La ciudad engulle el agua

  • El consumo de agua en el mundo se ha sextuplicado mientras la población se ha triplicado, según la OCDE.
El Foro de Estambul no declarará el agua como un derecho humano por falta de consenso
El Foro de Estambul no declarará el agua como un derecho humano por falta de consenso
Sara Acosta

"A menudo se atribuye el aumento de demanda de agua al crecimiento demográfico, pero otros factores como el urbanismo han desempeñado un papel importante. En el siglo XX, el consumo de este recurso se ha sextuplicado, mientras la población sólo de ha triplicado". La conclusión es de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE); en su informe El precio del agua y de los servicios de agua potable y de saneamiento, publicado la semana pasada en París.

Cae así uno de los tópicos sobre la asociación entre crecimiento de población y demanda de recursos hídricos. Cierto, cada vez somos más sobre el planeta, pero sólo acceden a mejores recursos aquellas poblaciones que dejan el campo por la ciudad. La urbanización trae consigo la necesidad de crear infraestructuras para abastecer servicios básicos como el agua. Por ello, el gran reto al que se enfrenta el planeta en los próximos años es asegurar la calidad del agua en las urbes de todo el mundo, en concreto en los países emergentes, donde el éxodo del campo a la ciudad no ha hecho más que comenzar.

Porque, una cosa es el papel y otra la práctica. Si China tiene un Ministerio de Medio Ambiente sólido, con normas y pautas bien marcadas y objetivos claros, no todas las decisiones tomadas por el Gobierno central se aplican como se han imaginado en las distintas regiones. "La ley existe pero no siempre se aplica", explica Xavier Leflaive, autor del informe para la OCDE, el club de los 30 países más ricos del mundo.

La ONU prevé que la población urbana se duplique en los próximos 40 años, pasando de 3.400 millones de personas en las ciudades a 6.000 en 2050. Dado que el éxodo se producirá en su mayoría en los países en desarrollo, será crucial que las Administraciones de estos países se doten de infraestructuras adecuadas para el tratamiento de las aguas residuales que, "o no existe o es insuficiente en la mayoría de las ciudades", según explica la ONU en un informe con motivo del Día Internacional del Agua.

El documento arroja que cada año mueren más personas por el consumo de agua no potable que por cualquier forma de violencia, incluida la guerra.

Sin embargo, el desafío de agua limpia no sólo atañe a los países en desarrollo. En Europa, donde el abastecimiento de agua potable fue un asunto resuelto en el siglo XX, las Administraciones están aún lejos de cumplir con la normativa de aguas residuales, es decir, una vez que vuelven a la naturaleza tras pasar por el uso agrícola e industrial.

Precio ínfimo de un bien escaso

De seguir la oferta y la demanda, se diría que el agua debiera ser más cara allí donde hay menos. Esta lógica no se cumple en el caso de España. Mientras en Dinamarca el precio del metro cúbico asciende a 6,60 dólares, el ciudadano medio español paga por el mismo recurso 1,92 dólares, según cifras de la OCDE.

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