La condena a Total por el "Erika" puede quedar anulada, según la prensa gala

  • La condena pronunciada en Francia contra la multinacional petrolera Total por su responsabilidad en la marea negra provocada en 1999 por el hundimiento del petrolero "Erika" puede quedar anulada, según reveló hoy la prensa gala.

París, 6 abr.- La condena pronunciada en Francia contra la multinacional petrolera Total por su responsabilidad en la marea negra provocada en 1999 por el hundimiento del petrolero "Erika" puede quedar anulada, según reveló hoy la prensa gala.

El juicio a Total, que recurrió la condena a pagar 375.000 euros de multa, la mayor sanción prevista en Francia por un delito ecológico, podría quedar anulada por la forma, y no por el fondo, si así lo decide el próximo 24 de mayo el Tribunal Supremo francés.

Los diarios "Ouest France" y "Libération" informaron hoy de que así ocurrirá si la corte sigue la opinión del fiscal general y las conclusiones de un informe que dispensa de responsabilidad a los condenados por considerar que el hundimiento del "Erika" no ocurrió en aguas francesas.

Según esa opinión de la que informan los diarios, el "Erika", que navegaba bajo pabellón maltés, vertió los hidrocarburos que transportaba en la Zona Económica Exclusiva (ZEE), es decir, fuera de las aguas territoriales de Francia.

Por lo tanto, y dado que el Estado francés, según la normativa internacional, sólo puede aplicar su ley fuera de las aguas territoriales si el buque del que se trate tiene pabellón galo, resultaría que en el caso del "Erika" la legislación gala sería inaplicable.

La consecuencia sería el archivo del caso y la anulación de la condena a Total puesto que, según la línea propuesta por el fiscal, lo importante es dónde se produjo el naufragio y no dónde se notaron los efectos de la contaminación resultante del vertido.

El grupo francés, la mayor empresa del país en capitalización bursátil, siempre ha negado su responsabilidad en el naufragio del Erika, que se hundió el 12 de diciembre de 1999 frente a Bretaña con 20.000 toneladas de crudo, lo que provocó una marea negra en 400 kilómetros de costas y contaminó a unos 150.000 pájaros.

En primera instancia la empresa, dueña del petróleo que transportaba el buque, fue considerada en enero de 2008 responsable penal, condenada a una multa de 375.000 euros y a pagar 192,5 millones de euros de indemnizaciones a los afectados conjuntamente con la empresa de certificación Rina, responsable de comprobar el estado del barco.

La petrolera fue considerada por primera vez en Francia culpable de un delito ecológico, una figura delictiva de nueva creación.

Total recurrió aquel fallo y, en segunda instancia, el Tribunal de Apelación de París confirmó la multa, pero eximió a la petrolera del pago de nuevas indemnizaciones que pedían algunos de los afectados.

En su recurso al Tribunal Supremo, Total sostuvo que no era de su responsabilidad conocer el estado del Erika, una tarea que correspondía a Rina.

Esta sociedad de certificación italiana también fue condenada en primera y segunda instancia a una multa de 375.000 euros.

Además, el tribunal de apelación confirmó las multas de 75.000 euros impuestas al armador, Giuseppe Savarese, y el gestor del barco, Antonio Pollara.

Apelación también decidió elevar a 200,6 millones de euros el monto total de las indemnizaciones, pero eximió a la petrolera de nuevos pagos al considerar que ya había afrontado su parte de las mismas.

Total decidió tras la catástrofe indemnizar a los afectados con 171,5 millones de euros independientemente del resultado del proceso abierto por el hundimiento del Erika.

El Tribunal dictaminó que los pagos restantes corresponden a los otros condenados.

Además, Total desembolsó unos 200 millones de euros más para contribuir a los gastos derivados de las labores de limpieza de las costas.

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