La continuada actividad artística de Miguel Ángel fue a la vez su castigo y su salvación

    • La exigencia creativa a la que se obligaba Miguel Ángel le intensificó los dolores de la artritis que sufría, pero, a su vez, le sirvió para paliar los mismos y prolongar la vida útil de sus manos.
    • Unos investigadores italianos han analizado sus manos en varios retratos, así como su caligrafía y sus testimonios personales. Se descarta la posible afección de la gota en sus manos.
Dibujo del pintor, escultor y arquitecto Michelangelo Buonarroti
Dibujo del pintor, escultor y arquitecto Michelangelo Buonarroti

El exigente trabajo continuado al que se obligaba Miguel Ángel aceleró notablemente su artritis degenerativa, la cual se sabe que sufría a través su propio testimonio que ha llegado a nuestros días, pero sus prohibitivos hábitos también le sirvieron de paliativo y le permitieron alargar la funcionalidad de sus manos al máximo, según el estudio de unos médicos italianos.

Los médicos y especialistas han analizado tres retratos de Miguel Ángel de cuando tenía entre 60 y 65 años de edad. En ellos, y en contraposición con pinturas anteriores, se puede apreciar que las pequeñas articulaciones de la mano izquierda se vieron afectadas por cambios degenerativos no inflamatorios, como los propios de la artrosis.

También se han analizado escritos del artista y la variación de su caligrafía. "Se desprende de la literatura que Miguel Ángel fue afligido por una enfermedad que involucró a sus articulaciones. En el pasado esto se ha atribuido a la gota, pero nuestro análisis muestra que se puede desestimar eso", según ha asegurado Davide Lazzeri, especialista en Cirugía Estética y Plástica Reconstructiva en la Clínica Salaria Villa de Roma (Italia) en el Journal of the Royal Society of Medicine.

Los especialistas determinan que no hay signos evidentes de gota ya que no hay indicios de inflamación en las manos ni de la presencia de ningún tofo --formados por los pequeños trozos de cristales de ácido úrico que se pueden formar en la piel de las personas con gota--. La artritis habría aparecido en la última parte de su vida, como él mismo le hace notar a su sobrino en una carta de 1552 en la que le relata el gran malestar que le supone la escritura a mano.

El artista renunció a escribir sus cartas y se resignó a solamente firmarlas. Pero sus dolencias no evitaron que continuara esculpiendo hasta seis días antes de su muerte, en 1564. Pero su constancia puede que fuera el mejor remedio contra sus males y el envejecimiento del cuerpo, pese a que su mente se encontraba tan creativa como acostumbraba.

“El diagnóstico de artrosis ofrece la única explicación plausible para la pérdida de Miguel Ángel de la destreza en la vejez y destaca su triunfo sobre la enfermedad ya que persistió en su trabajo hasta sus últimos días. De hecho, el trabajo constante e intenso podría haber ayudado a Miguel Ángel a mantener el uso de las manos durante el mayor tiempo posible”, concluye Lazzeri.

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