La crisis afecta a las relaciones entre padres e hijos, según fundación anar


El director de Programas de la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo), Benjamín Ballesteros, advirtió este jueves de que la crisis económica también afecta negativamente a las relaciones entre padres e hijos, durante la presentación del primer "Informe del e-mail ANAR 2007-2010".
Realizado sobre un total de 4.289 e-mails con peticiones de ayuda procedentes de menores y adultos, el trabajo señala además que un 3,2% de las consultas de niños se referían a “problemas económicos graves”, como desempleo de los padres o falta de una vivienda digna.
“Aunque sea muy reducida, la cifra supone un claro incremento últimamente, pues antes ni siquiera era significativa”, indicó Ballesteros.
Con todo, más del 31% de las peticiones de ayuda realizadas por los niños y adolescentes se referían a problemas de relación con sus padres, apuntó Ballesteros, para quien parte de estos problemas obedece a la falta de comunicación y a la soledad.
“Los niños manifiestan que pasan mucho tiempo solos en casa”, declaró, y advirtió de que “se está produciendo un retroceso en las políticas de conciliación a consecuencia de la crisis”.
El director también apuntó que otro resultado de la crisis puede ser que los padres “echen más horas extra en el trabajo” y añadió que “aunque hay que conseguir tiempo de calidad” en la relación padre-hijo, “para que haya calidad se necesita cantidad”. A su juicio, “los niños de la llave suponen un problema creciente en nuestra sociedad”.
VIOLENCIA
El director del Teléfono ANAR y del informe, Luis Estebaranz, destacó a su vez que el 66% de las comunicaciones recibidas proceden de niños y adolescentes, mientras que el 34% restante llegaron mediante la línea de adultos (padres, profesores, personal sanitario...).
La mayoría de los chicos que utilizan este servicio tienen entre 16 y 17 años, y uno de cada cuatro e-mails de adultos (padres fundamentalmente) se referían a niños entre 0 y 7.
Según Estebaranz, casi una de cada tres denuncias recibidas estaban relacionadas con casos de violencia sobre menores en sus distintas vertientes (familiar, escolar, física, psíquica, etc.).
“Se aprecia sin embargo una gran diferencia en las percepciones sobre este tema”, pues mientras el 44% de las denuncias de adultos hacían alusión a malos tratos, solo el 13% de las de adolescentes hablaban de este asunto, afirmó Estebaranz.
También declaró que la mayoría de los adultos denunciaban “violencia intrafamiliar”, mientras que los niños suelen detectar los casos de acoso en el colegio.
Tras los problemas de relación con los padres y la violencia, el informe apunta a los problemas psicológicos como el tercer motivo por el que los menores pidieron ayuda a la Fundación ANAR.
En cuanto a los adultos, destacan las denuncias por abuso sexual a menores dentro de la familia y las peticiones de ayuda ante problemas de conducta, ambos con porcentajes de en torno al 6%.
Este último fenómeno registra un crecimiento importante, señaló Ballesteros, quien también alertó sobre la persistencia de violencia de género en las relaciones entre adolescentes.
Por último, subrayó que las mujeres tienen mucha más facilidad para pedir ayuda, ya que el 78% de las consultas de adolescentes procedían de las chicas.
El 70,5% de los adultos que quisieron ayudar a un menor fueron asimismo mujeres (el 36% madres).

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