La crisis humanitaria en Ucrania aumenta los temores a una intervención rusa

  • La crisis humanitaria en el este de Ucrania ha aumentado los temores sobre una posible intervención de Rusia, que, según la OTAN, habría concentrado hasta 20.000 tropas en la frontera.

Boris Klimenko

Kiev, 6 ago.- La crisis humanitaria en el este de Ucrania ha aumentado los temores sobre una posible intervención de Rusia, que, según la OTAN, habría concentrado hasta 20.000 tropas en la frontera.

"El contingente de pacificación que se encuentra cerca de la frontera ruso-ucraniana desde hace cinco meses difícilmente puede ser considerado pacificador. Por ello, su despliegue sería considerado una agresión directa", dijo Guennadi Zubko, subjefe de la administración presidencial ucraniana.

El Consejo de Seguridad Nacional y Defensa ucraniano también advirtió hoy de "medidas adecuadas de respuesta", en caso de que se produzca una agresión rusa.

Las fuerzas gubernamentales ucranianas siguen reconquistando terrenos, pero el avance es lento y costoso para el Ejército, que sufrió otras 18 bajas en las últimas 24 horas en los combates con los batallones rebeldes.

Mientras, la situación humanitaria se agrava en Lugansk, ciudad sitiada desde hace semanas por las fuerzas leales a Kiev, donde desde la pasada semana no hay ni agua, ni luz, ni telefonía móvil ni fija, al tiempo que los alimentos escasean, en especial la carne.

También la situación de la población es cada vez más preocupante en los bastiones bajo control rebelde en la región de Donetsk, principal plaza fuerte de los sublevados prorrusos que se niegan a ceder sus posiciones.

Ello pese a que, según el diario digital Gazeta.ru, que cita fuentes insurgentes, los rebeldes recibieron un no por respuesta en sus recientes consultas con Moscú en relación a una posible ayuda militar.

Los rebeldes esperan un ataque inminente contra la ciudad por parte de la aviación ucraniana y reconocen que miles de personas abandonan diariamente Donetsk con destino a territorio ruso o las zonas controladas por Kiev.

"Vemos que los militares ucranianos están preparando el ataque. Están desplegando tropas en las afueras de la ciudad. Tenemos suficiente armamento para repeler cualquier ataque, terrestre o aéreo", aseguró Serguéi Kavtaradze, miembro del consejo de seguridad de la autoproclamada república popular de Donetsk.

Al respecto, Andréi Lisenko, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa ucraniano, descartó un bombardeo de Donetsk y Lugansk por parte de la aviación y subrayó que los preparativos de la ofensiva contra ambas ciudades requieren tiempo.

Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), unos 730.000 ucranianos han huido para refugiarse en Rusia desde que comenzó el conflicto en el este de Ucrania.

"Parecen creíbles los datos aportados por Rusia. Los ucranianos que han cruzado la frontera no son turistas. Han huido de la situación en el este de Ucrania", afirmó Vincent Cochetel, director de la oficina para Europa del ACNUR.

Sin embargo, sólo 168.000 habrían solicitado alguna protección, de acuerdo con el Servicio Federal ruso de Migraciones.

Las autoridades rusas informaron hoy de que más de 37.000 ucranianos se alojan en refugios provisionales a la espera de que terminen los combates.

El Servicio de Inmigración de Krasnodar, región rusa limítrofe con Ucrania, aseguró hoy que no da abasto con el flujo de desplazados, que pueden solicitar asilo, residencia temporal, la ciudadanía rusa o un puesto de trabajo.

Ante esta situación, la OTAN acusó hoy de nuevo a Rusia de concentrar a unos 20.000 militares "listos para el combate" en las proximidades de su frontera con Ucrania y que podría utilizar el "pretexto" humanitario para el despliegue de las tropas.

Moscú "está permitiendo el flujo de armas y combatientes a través de la frontera", declaró a la prensa la portavoz aliada, Oana Lungescu, quien resaltó que "este es un conflicto alimentado por Rusia".

La OTAN "sigue urgiendo a Rusia a retirar a todas sus fuerzas militares de la frontera con Ucrania" y a "ejercer su influencia" entre los separatistas armados para que depongan las armas y renuncien a la violencia, agregó.

El secretario general aliado, Anders Fogh Rasmussen, abordará estos y otros asuntos mañana en Kiev con el presidente ucraniano, Petró Poroshenko.

En la misma línea, el primer ministro polaco, Donald Tusk, alertó hoy de que "la amenaza de una intervención de Rusia en Ucrania es ahora mayor".

Este extremo fue negado de inmediato por el Ministerio de Defensa de Rusia, que acusó a la OTAN, el Pentágono y el Departamento de Estado de EEUU de "improvisar" en sus declaraciones sobre el papel de Moscú en el conflicto ucraniano.

"Es imposible realizar una maniobra con una agrupación de miles de tropas con armamento y técnica militar en un plazo de tiempo tan corto, más aún a escondidas de los observadores de la OSCE (Organización sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa)", subrayó el general Ígor Konashenkov, portavoz ministerial.

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