La decepción recorre la calle Las Vegas

Javier Hernández Martín

Alcorcón, 13 dic.- "Madre mía, cómo se ha podido ir", ha recordado esta tarde Elías Figuereo, que no vive en Alcorcón, pero que, como otros clientes del bar "La parada de Álex", se habían apuntado a la bolsa del Instituto Municipal de Empleo y Promoción Económica (Imepe) para trabajar en el macrocomplejo de ocio y juego que planeaba Sheldon Adelson en la ciudad.

"Me tengo que ir a Santo Domingo, porque aquí, en España, ya no hay trabajo", ha reconocido mientras conversa con Efe en la barra de este local de la céntrica calle Las Vegas del municipio.

"Hubiese sido genial -ha manifestado- que se hubiera quedado el proyecto: precisamente aquí, que estamos en la calle Las Vegas, se ha ido Eurovegas".

Al otro lado de la barra, Yocasta Alcántara atiende el negocio a la vez que reconoce que, como su hermana Yajaira -estaba en casa cuando se ha enterado por televisión de la noticia- y la media docena de personas presentes en este bar café, albergaba esperanzas: "Habíamos presentado en el Imepe el currículum y nos dijeron que si lo necesitaban, nos llamarían".

Yajaira sentencia: "Si el pueblo está estancado ahora, no vamos a poder salir del túnel; nos van a dejar sin luz. Se ha ido la esperanza para muchos vecinos del pueblo".

El local contiguo alberga la sede local de Izquierda Unida, formación que siempre se ha mostrado en contra, al igual que Mohamed, quien asegura desde el interior de su peluquería que "habría dado trabajo durante cinco años, pero luego iba a traer mucha mafia, droga y prostitución".

"Yo soy de Marruecos -ha explicado- y si se llega a hacer el proyecto y veo que se llena la calle de prostitutas, no tengo problema en marcharme, pero otra cosa hubiera sido para los vecinos del pueblo".

Sin embargo, unos metros más abajo, el mecánico Pedro Bravo discrepa entre los coches que tiene para reparar: "A mí me parecía bien, porque iba a dar trabajo".

Cuestión aparte es, en su opinión, las peticiones que había hecho Sheldon Adelson, que, según han indicado a Efe fuentes conocedoras de la negociación, reclamaba al Gobierno que se le devolviese la inversión en caso de una futura modificación normativa y la indemnización por los daños causados.

"No estoy de acuerdo en ese 'blindaje'; si monto un negocio y va mal, mala suerte", dice Bravo, que ha recordado cómo su padre "ha visto desarrollarse la calle cuando no era más que barro".

Junto a él, Diego Reina, oriundo de Alcorcón, ha señalado los comercios de esta calle, muchos de ellos cerrados, como la antigua oficina del INEM, que lleva en ese estado "desde hace quince años", una panadería y otros negocios, como tiendas de deporte y hasta de materiales de fontanería y calefacción.

En la farmacia de la esquina con la plaza Las Fraguas, Yolanda Serrano ha afirmado que esta calle puede ser un reflejo de España, que "está fatal".

"No tenemos industria ahora mismo y Eurovegas habría sido una buena baza para poder salir de la crisis", reconoce.

A su juicio, "se iba a mover construcción, negocios y dar puestos de trabajo", al tiempo que ha opinado que "lo de recuperar la inversión es de tener mucho morro".

"En algunas ocasiones -ha añadido- hay que ceder, poner en una balanza lo bueno y lo malo, si se puede llegar a ceder o no, para que no pasara como cuando se iba a poner Eurodisney en Almería: hubiera triunfado más que en Francia".