La defensa del capitán del Prestige reclama la "nulidad" de la causa

  • La defensa de Apostolos Manguras, capitán del petrolero "Prestige" y principal acusado por el vertido de más de 67.000 toneladas de combustible en la costa de Galicia (noroeste de España) en 2002, reclamó hoy en la apertura del juicio la "nulidad" de la causa al entender que "no se garantizaron derechos fundamentales" de su patrocinado.

La Coruña (España), 16 oct.- La defensa de Apostolos Manguras, capitán del petrolero "Prestige" y principal acusado por el vertido de más de 67.000 toneladas de combustible en la costa de Galicia (noroeste de España) en 2002, reclamó hoy en la apertura del juicio la "nulidad" de la causa al entender que "no se garantizaron derechos fundamentales" de su patrocinado.

El letrado José María Ruiz Soroa, que representa a Manguras, expuso ante el tribunal las que considera numerosas irregularidades del proceso, que dijo comenzaron con la entrada a bordo del "Prestige" de personal de las administraciones españolas sin la autorización judicial pertinente.

También alegó que en la vista se está dirimiendo el estado del buque, un monocasco de 277 metros de eslora construido en 1977, sin que ninguna de las partes que ejercen la acusación haya demostrado que la nave naufragara debido a la falta de mantenimiento y otras carencias.

Para el letrado, esta cuestión es de enorme relevancia en el proceso porque buena parte de las acusaciones se basan en esta premisa, e insistió en que no se han aportado pruebas en ese sentido.

Ruiz Soroa sostuvo además que se obtuvieron pruebas con la "violación de derechos fundamentales" y que, por lo tanto, son "ilícitas" e "irregulares".

El abogado recalcó que el buque no estuvo abandonado, ya que en todo momento permanecieron a bordo su capitán o miembros de la empresa de rescate contratada por el armador.

También denunció que se retiraron documentos del barco cuando el capitán ya había sido detenido y que "no hubo garantías en la cadena de custodia" de los mismos.

El letrado sostuvo que a partir del 14 de noviembre de 2002 las autoridades españolas asumieron el control del barco y tomaron decisiones "equivocadas".

Ruiz Soroa intervino hoy en la primera jornada de la vista oral para delimitar las responsabilidades de la 'marea negra' provocada por el hundimiento del 'Prestige' en un juicio que comenzó hoy en la ciudad de La Coruña, en el noroeste de España, frente a cuyas costas se produjo el vertido.

Además del capitán del barco, de 76 años, para el que se piden 12 años de prisión por atentado contra el medio ambiente, daños y desobediencia, están acusados por los mismos delitos otros dos miembros de la tripulación, Ireneo Maloto, primer oficial, de nacionalidad filipina y que actualmente se encuentra en paradero desconocido, y Nikolaos Argyropoulos, jefe de máquinas.

En el banquillo de los acusados también se sienta José Luis López-Sors, exdirector general de la Marina Mercante, acusado de imprudencia grave por el rumbo errático que siguió la nave durante seis días.

El abogado del jefe de máquinas reclamó la libre absolución de Argyropoulos y aseguró que la máquina propulsora del barco funcionaba correctamente.

La defensa de López-Sors, que también solicita su libre absolución, dijo que las decisiones que se adoptaron por las autoridades españolas fueron correctas y que se separó el buque de la costa para evitar una catástrofe ecológica y después de que los expertos desaconsejasen dirigirlo hacia un puerto refugio.

El petrolero Prestige se partió en dos después de zozobrar frente a las costas de Galicia debido a la rotura de uno de los tanques durante un fuerte temporal en noviembre de 2002.

La 'marea negra' desprendida durante su errática singladura de casi seis días afectó principalmente a las costas gallegas, pero perjudicó también a otras zonas del litoral de España y de Francia.

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