La Defensora del Profesor pide medidas disuasorias contra las agresiones en la nueva reforma educativa

  • Ante los acosos y agresiones que reciben los profesores por parte de alumnos, e inclusos de algunos padres, propone que la reforma educativa que se pacte incluya la extensión a toda España de la Ley de Autoridad implantada en comunidades como Madrid, Valencia o Cataluña.
Creu Ibáñez

Gráfico con la comparativa de los sistemas educativos desde 1970

En la próxima reforma del Pacto de Educación, los profesores reclaman medidas disuasorias para protegerse de los numerosos casos de acosos y agresiones que sufren tanto por parte de alumnos como por parte de padres. El pasado año el Defensor del Profesor recibió un total de 3.569 llamadas, un 54% de ellas de profesores de Enseñanza Secundaria, un 32 % de Primaria y un 5% de Educación Infantil, según el informe anual de 2009 de esta entidad.

Además, según el informe un 45% de los profesores atendidos presenta cuadros de ansiedad, un 20% tiene síntomas de depresión y un 14% ya está de baja laboral. Entre los principales conflictos que denuncian son problemas para dar clase (un 40%), denuncias de padres (24%), acoso y amenazas de alumnos y de padres (17% y 15% respectivamente), agresiones de alumnos (8%) y de padres (3%), y por grabaciones, fotos e Internet (6%).

Ante estos datos y como ocurre con el carné por puntos, explica a lainformacion.com la Defensora del Profesor, Inmaculada Suárez, son necesarias medidas "disuasorias" para tratar de reducir el numero de agresiones y acosos a los profesores. Entre estas medidas destaca la Ley de Autoridad del Profesor, que hay en distintos niveles en Madrid, Cataluña o Comunidad Valenciana, en su opinión, debería hacerse extensiva a toda España.

La nueva reforma educativa propuesta ayer por el ministro de Educación a través de un pacto social, debería incluir esta normativa, en la que se recogen novedades esenciales, como la presunción de veracidad hacia el profesor, por la que "el profesor no es el que tiene que presentar pruebas como ocurre hasta ahora, sino que son los padres y los alumnos", explica Suárez.

Otra de las novedades necesaria es la cuantía de las multas a los alumnos que están acosando o agrediendo a un profesor. "Hasta ahora se saldan con multas de 100 euros pero con la Ley de Autoridad estos actos podrían conllevar penas de cárcel, cuantías más significativas, orden de alejamiento y, sobre todo, reeducación del alumno". Con estas cantidades, en su opinión, se consiguiría imprimir un carácter disuasorio a la hora de repetir estas acciones.

El problema creciente de los padres

En la actualidad, como reflejan las cifras del informe anual, los profesores no sólo se sienten acosados o son agredidos por los alumnos, sino también por sus padres, sobre todo en la ESO. La Defensora del Profesor subraya que el maestro que tiene un enfrentamiento con un alumno, en algunos casos, sufre también represalias de sus padres, que "incluso llegan a insultarle, faltarle al respeto y hasta agredirle".

"Lo que está sucediendo es que los padres creen la versión de los hijos, que no cuentan los hechos como son para librarse de la bronca de sus padres", explica Suárez, que añade que el problema se inicia cuando los padres "en lugar de contrastar lo que dicen sus hijos con lo que pueda informarle el profesor, muchas veces ni acuden a contrastarlo y otras ni quieren escuchar la versión del profesor porque creen lo que dicen sus hijos".

En su opinión, esto es un "grave problema de comunicación", porque hay que entender lo que muchos profesores, por ejemplo, intentan hacer ver a estos padres: "¿Qué interés puedo tener yo en decirle que su hijo ha interrumpido la clase al ponerse a cantar".  En este sentido, la defensora señala que "no es que el profesor tenga siempre la razón, pero al menos los padres tienen que escuchar lo que el maestro les tiene que decir".

 

No obstante, asegura que todos los padres "no son iguales" y afirma que hay muchos que "se dan cuenta de que las actuaciones de otros padres, con comportamientos agresivos, perjudican a sus hijos".

En este punto, matiza que hay casos en los que el padre de un alumno, que ha sido víctima de otro alumno acosador, tiene que ver como el padre del acosador se enfrenta a él y le dice que 'algo habrá hecho su hijo".

A su juicio, "esto no es de recibo". "Hay padres que por defender a sus hijos son capaces de hacer cualquier cosa", lamenta la Defensora del Profesor, que señala que estos padres "no han puesto ningún límite a sus hijos y se han olvidado de ejercer la función de padres porque dicen ser 'muy amigos' de sus hijos". Sin embargo, Suárez subraya que ellos son "primero padres y como adultos tienen que enseñarles unos valores", entre ellos el respeto.

Por último, insiste en que "no todos los padres son iguales", aunque cada vez hay más casos, apostilla, en los que "los padres pretenden dirigir cómo se da una clase, qué libros utilizar, qué horarios y cómo se debe evaluar".

En este sentido, critica que esto no pasa en ninguna otra profesión. "No me imaginó otra profesión en la que al experto se le esté cuestionando constantemente", a pesar de que los profesores tienen por encima la Administración, que controla las programaciones escolares y su cumplimiento, concluye la Defensora del Profesor.

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