Zaragoza.- La madre, la tía y una tía abuela de tres bebés que fallecieron al incendiarse su casa en la localidad de Torrecilla de Alcañiz, en enero de 2007, comparecerán ante un jurado popular desde hoy en la Audiencia de Teruel, imputadas de un delito de homicidio en comisión por omisión por el que el fiscal pide 15 años de cárcel para cada una.
El fiscal jefe de la Audiencia de Teruel, Jesús Gargallo, ha solicitado esa pena para las tres mujeres por el citado delito, con la concurrencia de miedo insuperable, al entender que "posiblemente se pudiera haber hecho algo para salvar a los niños".
La vista comenzará con la constitución del jurado popular y se prevé que dure cinco días, hasta el viernes día 5 de marzo, en las que declararán unas 30 personas, entre testigos, vecinos, peritos, psicólogos de parte y forenses, bomberos, policías y guardias civiles.
Las primeras declaraciones serán las de la madre de los bebés, Silvia del Pilar Andrade, una inmigrante de 32 años que había perdido a su marido en un accidente de tráfico apenas mes y medio antes del suceso; la de la abuela, Mari Luz de Jesús A.C., de 57 años, y la de la tía abuela, Rosa Adelfa A.C., de 67, todas de origen ecuatoriano.
El abogado de la madre de los bebés, Javier Alcober, ha comentado en declaraciones a Efe que la petición del fiscal le parece una acusación "excesiva" y "una barbaridad", teniendo en cuenta que estas tres mujeres se vieron envueltas en un incendio totalmente "fortuito y accidental" y actuaron "como pudieron".
Alcober y los representantes legales de la abuela y la tía, Manuel Jesús Zapater y Dolores Sanz, respectivamente, van a pedir su "libre absolución", ya que "es imposible pensar que si hubiera alguna responsabilidad fuera esa", y van a defender su inocencia.
El fiscal, según Alcober, basa su solicitud en la declaración de los psicólogos forenses, que consideraron que "a pesar del incendio no estaban lo suficientemente afectadas las imputadas", y en los informes de la Guardia Civil.
El fiscal Jesús Gargallo entiende que "posiblemente se pudiera haber hecho algo para salvar a los niños" que murieron porque no podían valerse por sí mismos, mientras sus otros cuatro hermanos se salvaron porque pudieron salir a un balcón por sus propios medios.
La abogada Dolores Sanz ha explicado a Efe que la acusación del fiscal es "muy grave", ya que acusa a las tres mujeres de "abandonar a los menores a su suerte" y "eso no fue así", ya que se trata de un accidente en el que "reaccionaron de una manera natural" ante una emergencia, es decir, "salir a la calle a pedir ayuda".
Además, ha dicho que los niños se encontraban en el piso superior, en un lugar "a salvo en ese momento", y si querían sacarlos a la calle debían atravesar el salón, "que era donde estaba el fuego". Al final hubo "un fatal desenlace que nadie lo quería", ha advertido.
Los hechos ocurrieron el 29 de enero de 2007 en la casa de Torrecilla de Alcañiz en la que vivían la madre, con sus siete hijos, y una abuela, todos de origen ecuatoriano.
En el incendio fallecieron tres menores, dos bebés gemelos de 6 meses y otro de poco más de un año, por inhalación de humo, y resultaron heridos graves otros dos niños, uno de más de 2 años y otro de 12, mientras que otras cinco personas sufrieron heridas de carácter leve.
Este caso conmocionó al pueblo turolense de Torrecilla de Alcañiz, de unos 500 habitantes y situado a 161 kilómetros de Teruel.
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