La OMS confirma un nuevo caso de ébola en Sierra Leona

  • El nuevo caso de Ébola confirmado en Sierra Leona, una joven estudiante fallecida, era el único confirmado el viernes por la noche en ese país, que puso en cuarentena a 27 personas para intentar impedir una nueva propagación del virus.

El anuncio del nuevo caso se producía tan solo un día después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara el fin de la epidemia en África Occidental.

"Podemos confirmar un caso de ébola en Sierra Leona", dijo la OMS en un comunicado, tras analizar el caso de una mujer de 22 años que se enfermó en una localidad cercana a la frontera con Guinea y que murió hace tres días.

El jueves los primeros análisis realizados por las autoridades sanitarias de Sierra Leona dieron positivo al virus.

La paciente fue identificada como Marie Jalloh, una estudiante de 22 años muerta el 12 de enero en Magburaka, en el norte del país, dijo este viernes a la AFP la doctora Augustine Junisa, autoridad sanitaria de la ciudad.

Junisa informó de que Jalloh cayó enferma la semana pasada mientras estaba de vacaciones en Baomoi Luma. Después fue transportada por sus familiares por vía terrestre a Magburaka, donde falleció.

Según un alto responsable del ministerio de Salud, la joven vivía habitualmente en Lunsar, otra ciudad del norte de Sierra Leona.

El portavoz de la Oficina de Seguridad Nacional, Langoba Kelly, dijo este viernes a la prensa en Freetown que se habían adoptado todas las medidas para intentar contener una nueva propagación.

El viernes por la noche, 27 personas - incluidos familiares de la estudiante fallecida- habían sido puestas en cuarentena, indicaron a la AFP desde el ministerio de Salud.

"No ha habido ningún otro deceso por Ébola y ninguna otra persona manifiestamente enferma ha sido señalada hasta el momento", declaró a la AFP el doctor Foday Dafai, director de Prevención y control de enfermedades del ministerio.

Un alto responsable sanitario había indicado anteriormente a AFP que Marie Jalloh había muerto "en su domicilio", sin precisar por qué, pese a su estado de salud, había recibido el alta médica.

Interrogada al respecto el viernes por la noche, una enfermera del hospital de Magburaka explicó que la estudiante presentaba síntomas de un catarro severo y que tras recibir medicamentos contra esa infección, había sido enviada a casa.

Según un corresponsal de la prensa local de Magburaka contactado por la AFP tras conocerse rumores de protestas en la ciudad, "algunos grupos de personas habían expresado su preocupación, pero sin hostilidad. La gente está demasiado chocada".

"Nuestro nivel de preparación sigue siendo alto ya que no desmantelamos todas las estructuras que utilizamos para luchar contra el virus", había explicado horas antes el portavoz de la Oficina de Seguridad Nacional, Langoba Kelly, llamando a la calma y pidiendo a la población que utilice las medidas de higiene y de prevención utilizadas durante la epidemia.

La OMS había decretado el jueves el fin de la epidemia de ébola en Liberia y en el conjunto de África Occidental.

Sin embargo, el organismo advirtió de que existía el riesgo de nuevos brotes en 2016 debido a que el virus puede seguir presente en algunos fluidos corporales de los supervivientes, por ejemplo el semen, hasta un año después.

El ébola es una fiebre tropical hemorrágica que provoca fiebre alta, dolores musculares, vómitos y diarrea. En muchos casos las hemorragias internas provocan fallos de los órganos y los pacientes fallecen en pocos días.

Esta epidemia, la más mortífera desde que se identificó el virus en el centro de África en 1976, comenzó en diciembre de 2013 en Guinea y se propagó rápidamente a las vecinas Liberia y Sierra Leona, los tres países más afectados, antes de golpear en menor medida a Nigeria y Malí.

El virus afectó en total a 10 países, incluidos España y Estados Unidos, y causó 11.315 fallecidos entre los 28.637 casos registrados.

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