La OTAN muestra preocupación por el incremento de la violencia en Libia

  • El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, expresó hoy "grave preocupación" ante el deterioro de la situación de seguridad en Libia y el aumento de la violencia e instó a todas las partes en conflicto a evitar el uso de la fuerza y emprender un diálogo político.

Bruselas, 19 may.- El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, expresó hoy "grave preocupación" ante el deterioro de la situación de seguridad en Libia y el aumento de la violencia e instó a todas las partes en conflicto a evitar el uso de la fuerza y emprender un diálogo político.

"Estoy gravemente preocupado sobre la situación de seguridad en Libia", indicó Rasmussen en su rueda de prensa mensual.

El líder aliado urgió a todas las partes "a contenerse de usar la violencia y a comprometerse en un diálogo político nacional constructivo" que conduzca a unas elecciones "libres y justas, basadas en una nueva Constitución", que garanticen la "legitimidad del futuro Gobierno libio".

Rasmussen respondió así preguntado sobre el empeoramiento de la seguridad en Libia, donde este fin de semana ataques perpetrados por militares golpistas y milicias armadas contra Bengasi, la segunda ciudad del país, y la sede del Parlamento libio en Trípoli, han causado al menos 70 muertos y 141 heridos.

El político danés recordó que el pasado año la OTAN recibió de las autoridades libias una petición de ayuda para su sector de la seguridad, a lo que la Alianza respondió "positivamente".

"Por desgracia, hemos tenido algunas dificultades a la hora de comprometernos con las autoridades libias y también por la inestabilidad y falta de seguridad" en el país, comentó.

En cambio, se mostró convencido de que, "una vez que las autoridades libias estén dispuestas a comprometerse con nosotros de manera que se garantice también un clima de seguridad para nuestra asistencia", la OTAN estará "preparada para ayudar a Libia a desarrollar sus estructuras encargadas de la seguridad".

Las autoridades libias que llegaron al poder tras la caída del régimen del dictador Muamar el Gadafi en 2011 no han logrado estabilizar el país, especialmente la zona este donde operan importantes milicias, ni concluir la transición hacia un régimen democrático puesto en marcha entonces.

Los ataques de este fin de semana corrieron a cargo de los mismos grupos que el pasado febrero pidieron la disolución del Parlamento, después de que los diputados decidieran prolongar su mandato oficial.

El asalto a la Asamblea Legislativa por parte de las milicias armadas de Al Qaqaa y Al Sawaeq, contrarias a la corriente islamista parlamentaria, se produjo el día en que estaba previsto que los diputados dieran su voto de confianza al equipo de gobierno presentado por Ahmad Maitiq, elegido nuevo primer ministro el pasado día 4 de mayo.

Los legisladores han dado marcha atrás y han propuesto la celebración de elecciones, aunque por el momento no se ha fijado ninguna fecha para la celebración de dichos comicios, que deberían poner fin al periodo de transición que atraviesa el país.

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