La seguridad por las nubes

Desde el pasado 2010 y a lo largo de 2011 dos nombres destacan entre los ciberpiratas: Anonymous y Luiz Security. Ambos hackers compiten por quitar el sueño a empresas y gobiernos. La última de Anoymous ha sido desvelar la identidad de policías españoles.  

Sin embargo, los ciberataques no son nada nuevo. Un informe de la empresa de seguridad informática McAfee ya alertaba de que estos asaltos se están produciendo desde hace cinco años. En total, hasta 72 organizaciones han sido atacadas, incluidas la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Gobierno de Estados Unidos.Según el estudio, una serie de espías cibernéticos se infiltraron en las redes y servidores de instituciones internacionales. McAfee no dio específicamente el nombre del responsable, pero el tipo de espionaje proyectó sospechas sobre China. En su defensa, el Gobierno del país asiático aseguró en su momento que ha sufrido cerca de medio millón de ciberataques en 2010. 

Para frenar estos ataques a la seguridad surgen centros como el que la empresa valenciana Tissat inauguró recientemente en Castellón: el centro de datos Walhalla—el Green Data Center más avanzado de Europa—, que albergará 24.000 servidores. Este "templo de los dioses", -por su traducción de la mitología germánica- garantiza una continuidad del servicio por encima de cualquier circunstancia técnica o meteorológica, de un ataque informático o terrorista o un desastre natural. 

Tal es la preocupación que ciñe sobre la seguridad en la nube que el Senado de Estados Unidos baraja un proyecto de ley para proteger los datos privados de los usuarios. La nueva legislación obligaría a las grandes compañías a mejorar sus medidas de seguridad para salvaguardar esta información. Si ésta sale a la luz las entidades recibirán multas de 5.000 dólares por cada día que tenga lugar una violación de la privacidad, hasta un máximo 20 millones de dólares. 

La seguridad de la nube, no sólo pone en riesgo la privacidad de clientes, empresas y gobiernos, sino que, además, supone un coste económico en ocasiones catastrófico. El sitio especializado Business Pundit hace una lista de cuáles han sido los 10 ciberataques más costosos de la historia:

Citigroup: A principios de este año más de 200.000 nombres de clientes, datos de contacto, números de cuenta y otra información fue extraída de Citigroup. Los ladrones se llevaron más de 2,7 millones de dólares de las cuentas de tarjetas de crédito. 

Titan rain: Es el nombre en clave que usó el FBI para determinadas acciones de infiltración. El sitio especializado asegura que tal fue su coste que no se puede dar una cifra concreta.  

Hearland Payment System: Empresa encargada de transacciones, los ejecutores se llevaron 140 millones de dólares.  

Hannaford bros: El ataque duró cuatro meses. Durante este período, más de 4,2 millones de números de tarjetas de crédito fueron robados. Los responsables se llevaron 252 millones de dólares. 

TJX: Con un coste total de 250 millones de dólares, fueron robados más de 45 millones de números de tarjetas. 

Sven Jaschan: Este adolescente alemán creó un virus que infectó millones de ordenadores en todo el mundo y llegó a colapsar los sistemas informáticos de Delta Airlines. El valor de los daños se estimó en 500 millones de dólares.  

Michael Calce: Alias "Mafiaboy". Entre sus víctimas se encuentran Dell, CNN, Amazon y eBay. El valor estimado de estos ataques se sitúa en 1.200 millones de dólares.  

Sony: Este año la compañía sufrió el ataque a más de 100 millones de cuentas de la red de Sony, PlayStation Network y Sony Online Entertainment. El daño puede llegar a los 2.000 millones de dólares.  

Epsilon: El pasado mes de marzo, el proveedor de correos sufrió el robo de miles de cuentas de correos, cuyo coste puede estimarse hasta los 4.000 millones de dólares.  

La bomba lógica (original): En 1982, EEUU logró volar un gasoducto ruso mediante la inserción de parte de un código en el sistema informático. Ha dado nombre a este sistema de ataque. Más allá del coste material para Rusia, este hecho puso de manifiesto la nueva dimensión de la ciberpiratería.