La sociedad o la familia no son culpables de la drogadicción, según un experto

Santiago de Compostela.- La familia o la sociedad no son culpables de que algunos individuos se conviertan en drogadictos, sino que es consecuencia de enfermedades o transtornos que en muchos casos se pueden detectar precozmente, pero en otros no hay solución, afirmó a Efe el psiquiatra Miguel Casas Brugué.

Catedrático de psiquiatría de la Universidad Autónoma de Barcelona, Casas Brugué, que ha sido invitado a Santiago de Compostela por la asociación Proxecto Home, dedicada a la rehabilitación de drogodependientes, indicó en una entrevista con Efe que la adicción al consumo de drogas es "una enfermedad como otra cualquiera, que se expresa en transtornos de conducta".

"El problema -de la adicción- no está en la droga; no está en la heroína, en la cocaína, en el cannabis o en el alcohol; sino que está en el cerebro de algunos individuos, que es vulnerable", opinó el experto.

Miguel Casas apuntó que se trata de una enfermedad que no afecta forzosamente a todos aquellos que consumen algún tipo de droga, ya sea legal, como el alcohol o el tabaco, o ilegal, como el cannabis, la cocaína o la heroína.

Casas Brugué, un especialista en el estudio de las causas de la drogadicción, subrayó que "independientemente de factores sociales o familiares, hay individuos que entran en contacto con las drogas y no les pasa nada".

Así, dijo que un 85 por ciento de la población española ha consumido alcohol y un 80 por ciento tabaco en algún momento de su vida sin que por ello se haya convertido en adicta, al igual que ocurre con el consumo de otras drogas ilegales.

Sin embargo, apuntó que hay un grupo de población que tiene mayor "vulnerabilidad" y que "si entra en contacto con las drogas cae y comienza un transtorno adictivo".

En ese sentido, precisó que la psicología o la psiquiatría trata de identificar esos factores de vulnerabilidad, entre los que figura el transtorno por déficit de atención, que afecta a un 4 o 5 por ciento de la población, y los denominados transtornos límite, que en ocasiones van asociados al anterior, y que afectan al 1 por ciento de las personas.

Añadió que el transtorno de déficit de atención, aunque se detecta en niños, "pasa a los adultos en un 60 por ciento" de los casos, y genera problemas de adaptación en la escuela, en el trabajo y en las relaciones de pareja, y subrayó que esas personas suelen ser habituales adictos al alcohol, cannabis y cocaína.

En cuanto al transtorno límite, que se manifiesta en repentinas oscilaciones del humor y del estado de ánimo, suele desembocar también en adicción a drogas, al igual que otras patologías, como psicosis, depresiones o transtornos obsesivos.

La mayoría de los drogadictos sufre algún tipo de patología psiquiátrica, dijo el catedrático, quien apuntó que nada tiene que ver el "frecuentar malas amistades" o el simple hecho de probar las drogas, sino que es la predisposición del cerebro.

Por ello, señaló que es erróneo considerar que la adicción a las drogas viene dada por el hecho de vivir en el seno de una familia desestructurada o de padres separados o por estar afectada por el paro laboral, ya que aseguró que es una cuestión del cerebro que "podría resolverse en cincuenta años".

Miguel Casas abogó por la detección precoz de las personas con problemas de transtornos propensas a la adicción a la drogas, ya que opinó que eso puede prevenir, y aconsejó tratamientos para aquellos que se encuentran afectados por el consumo de drogas.

La asociación Proxecto Home, que cumple ahora veinte años en Galicia, ha acogido a 17.000 personas con problemas de adicción a las drogas, de los cuales 7.000 han logrado rehabilitarse tras una tratamiento de dos a tres años.