¿Guerrillera, la Madre de Dios? La sorprendente relación de un país comunista con la Virgen María

Hace casi un siglo Benedicto XV proclamó patrona de Cuba a la Virgen de la Caridad del Cobre, una imagen que reside en una Basílica Santuario Nacional situada en la ciudad de Santiago de Cuba, al sureste de la isla. Lo hizo en 1915 tras la solicitud de un grupo de soldados cubanos, veteranos de la guerra de la independencia contra España.

Según las crónicas, la lucha por la independencia fortaleció la devoción mariana de los isleños. En los inventarios parroquiales de finales de siglo XIX consta un aumento notable de los regalos que los cubanos llevaban a su patrona, lo que las autoridades eclesiásticas de Cuba interpretan como un clamor velado por la independencia. Es un momento en el que el "ser-cubano" se identifica todavía más con el "ser- devoto" de la Virgen de la Caridad del Cobre.

Otro detalle muy popular confirma esta tesis: la Virgen recibe en Cuba el curioso apelativo de ivo de "mambisa". La palabra mambí (en masculino) viene asociada al líder guerrillero negro "Eutimio Mambí", oficial que tras desertar del ejército colonial, combatió a los españoles en Santo Domingo (República Dominicana).Un acto de caridad de los indígenas al conquistador español

Curiosamente la historia mariana de Cuba comienza con un acto de caridad de los indígenas hacia el primer conquistador español de la isla, Alonso de Ojeda. Cuenta la tradición que, tras haber sido vencido éste en sus primeras escaramuzas, un grupo de nativos le rescató y curó sus heridas. En señal de agradecimiento, Ojeda entregó a los indios una imagen de la Virgen que llevaba consigo, a los que enseñó a saludar diciendo "ave maría". Aquella expresión se propagó rápido hasta hacerse muy popular en todo el país al cabo de los años.

A finales del siglo XVII, un niño negro y otros dos niños indios que trabajaban como esclavos en las minas de cobre encontraron flotando en la Bahía de Nipe una talla de la Virgen. A sus pies rezaba la siguiente expresión: "soy la Virgen de la Caridad". Setenta y cinco años después de aquellos sucesos, ese mismo niño, llamado Juan Moreno, relató la historia bajo solemne juramento ante las autoridades eclesiásticas. Se suponía que aquella imagen podía proceder del santuario que Felipe II había ordenado erigir en la Sierra del Cobre, para dedicarlo a la Virgen de la Caridad.

Pese a que las relaciones de la Iglesia Católica con el régimen cubano han atravesado periodos difíciles, la devoción a la Virgen del Cobre ha permanecido. Para los creyentes, por su valor religioso. Y para las autoridades comunistas, por ser un símbolo nacional. De hecho, el mismo Papa Juan Pablo II coronó solemnemente a la Virgen de la Caridad del Cobre como Patrona de todos los Cubanos.

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