La Soyuz TMA-06M, con tres tripulantes a bordo, aterriza sin contratiempos

  • El módulo de descenso de la nave rusa Soyuz TMA-06M, con tres tripulantes a bordo, aterrizó hoy sin contratiempos en las estepas de Kazajistán, informó el Centro del Control de Vuelos (CCVE) de Rusia.

Moscú, 16 mar.- El módulo de descenso de la nave rusa Soyuz TMA-06M, con tres tripulantes a bordo, aterrizó hoy sin contratiempos en las estepas de Kazajistán, informó el Centro del Control de Vuelos (CCVE) de Rusia.

La cápsula, que trajo de regreso de la Estación Espacial Internacional (EEI) a los cosmonautas rusos Yevgueni Tarelkin y Oleg Novitski, y al estadounidense Kevin Ford, tocó tierra a las 03.06 GMT.

El regreso de la Soyuz TMA-06M, inicialmente programado para ayer, fue aplazado veinticuatro horas debido a la malas condiciones el tiempo que había en la zona del aterrizaje.

"Por la neblina no se puede apreciar la posición que tiene en tierra el módulo de descenso", se anunció por los altavoces de la sala principal del CCVE inmediatamente después del aterrizaje, según la agencia Interfax.

Según el CCVE, los tripulantes de la Soyuz soportaron perfectamente el retorno a la Tierra.

"Los miembros de la tripulación se sienten bien", informó al CCVE un responsable de los equipos de rescate.

El módulo de descenso se posó en una zona próxima a la prevista, al norte de Arkalyk, ciudad de cerca de 30.000 habitantes situada en el centro de Kazajistán.

Tarelkin, Novitski y Ford estuvieron casi cinco meses a bordo de al plataforma orbital, en la que permanecen otros tres tripulantes: el astronauta canadiense Christopher Hadfield, quien quedó al mando de la EEI, el ruso Román Romanenko, el estadounidense Thomas Marshburn.

Después de que los transbordadores estadounidenses fueran retirados de servicio, en 2011, la naves rusas Soyuz son los únicos vehículos que se emplean para el relevo de las tripulaciones de la EEI

Inicialmente estaba previsto que la plataforma orbital cerrara sus puertas en 2015, pero Rusia y los otros 15 países miembros han insistido en la importancia de prolongar su vida útil, en gran medida porque su construcción aún no ha sido completada.

Además de Rusia, Estados Unidos, doce países miembros de la Unión Europea (UE), Japón y Canadá participan en el proyecto, con un coste de 100.000 millones dólares.

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