La UME trabaja en un simulacro de catástrofe con la experiencia de Lorca

  • En una gran catástrofe nacional, como la que se simula estos días en Segovia bajo la coordinación de la Unidad Militar de Emergencias (UME), hay cientos de detalles, desde la movilización de efectivos a la construcción de un campo de damnificados o la identificación de cadáveres.

Aurelio Martín

Segovia, 10 mar.- En una gran catástrofe nacional, como la que se simula estos días en Segovia bajo la coordinación de la Unidad Militar de Emergencias (UME), hay cientos de detalles, desde la movilización de efectivos a la construcción de un campo de damnificados o la identificación de cadáveres.

En menos de un día se puede construir un campamento para las familias que se quedan sin hogar, similar al que se montó con motivo del terremoto de Lorca (Murcia), para albergar a 504 personas, cuyas necesidades básicas y psicosociales son atendidas por Cruz Roja.

Este es uno de los aspectos más llamativos del simulacro "Gamma Palazuelos 2013", el primero de esta envergadura en España, donde efectivos de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado rescatan heridos y cadáveres, pero también los identifican con los equipos que utilizaron en la tragedia del aeropuerto de Barajas.

Desde el jueves pasado, se trabaja en una hipótesis de grandes inundaciones, debido al deshielo y a lluvias intensas, con una emergencia de nivel 2, que controla la Junta de Castilla y León, pero la rotura de el embalse del Pontón aumenta la tragedia, que pasa a nivel 3.

Además se registra contaminación radiológica y química, al verse afectadas una central petroquímica y una fábrica de combustible nuclear, con un total de 500 fallecidos, 850 heridos, 1.000 desaparecidos y 10.000 personas damnificadas.

Desde entonces, la coordinación la desarrolla el general jefe de la UME, por encargo del Gobierno, que ha desplazado 900 militares, de un operativo que sobrepasa los 2.000 participantes con centenares de vehículos, camiones y maquinaria pesada, una docena de helicópteros, incluso un avión no tripulado.

Para el oficial de la UME Aurelio Soto, estos ejercicios "tratan de reducir la diferencia que existe con la realidad, aunque resulta muy difícil poner en práctica una situación real sobre un escenario simulado".

Por primera vez se ha contemplado, incluso, la escenificación de la transición, incluso a nivel político, de nivel de emergencia 2 al 3, de responsabilidad autonómica a estatal, hasta alcanzar el nivel de la Presidencia del Gobierno.

La Guardia Civil interviene en diferentes aspectos, desde el rescate, con un perro capaz de detectar cadáveres en el agua, hasta rescate de montaña, subsuelo y unidades de tráfico y rurales, para evitar robos y saqueos en la zona siniestrada.

El comandante del instituto armado Jesús Galloso subraya al pie de la presa del Pontón que la secuencia posterior al rescate es la más importante para la Guardia Civil, con el fin de identificar a las víctimas por el servicio de criminalística, en una zona postmortem, como se montó en IFEMA, tras el accidente aéreo de Barajas.

A juicio del inspector de la Comisaría General de Policía Científica José Antonio Rodríguez Pascual, que también participa en tareas de identificación, con nuevas tecnologías a través de ADN o análisis dental, el trabajo se agiliza, "pero lo que pretendemos es dar respuestas seguras y fiables".

En el campo de damnificados, cada módulo de habitabilidad polivalente, llamado "iglú", puede acoger a una familia completa de seis miembros, con una zona común y dos habitaciones, aparte de servicios añadidos como zona de baños, duchas, comedor o ludoteca.

El capitán de la UME Miguel Pretel explica que se intenta hacer agradable la vida a los afectados por una catástrofe y que no pueden ser alojados en polideportivos o teatros, por ejemplo, por lo que se monta con rapidez, a nivel de habitabilidad, aunque todos los servicios quedan instalados en unas 48 o 72 horas.

Junto a un equipo de 68 voluntarios, la responsable del centro de damnificados de Cruz Roja, María Cacho, coordina la colaboración con la UME en tareas de atención psicosocial, sanitaria y logística, desde el reparto de equipos de higiene y mantas a comida y agua.

Mañana, el Príncipe de Asturias asistirá a la finalización de los ejercicios donde observará este campamento así como diferentes tareas de búsqueda y rescate, tanto en el agua como en edificios derruidos.- EFE

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