La Unión Africana confirma la captura de Kismayo, pero Al Shabab lo niega

  • La Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) confirmó a Efe que las tropas somalíes y kenianas tomaron hoy el control de la estratégica ciudad portuaria sureña de Kismayo, bastión de los radicales islámicos de Al Shabab, que, por su parte, negaron haber perdido la plaza.

Mogadiscio, 28 sep.- La Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) confirmó a Efe que las tropas somalíes y kenianas tomaron hoy el control de la estratégica ciudad portuaria sureña de Kismayo, bastión de los radicales islámicos de Al Shabab, que, por su parte, negaron haber perdido la plaza.

"Hoy entramos en Kismayo. Tenemos una parte de la ciudad y un tramo de la playa. Estamos atacando las posiciones de Al Shabab y las eliminaremos", indicó a Efe el portavoz de AMISOM Ali Adan Houmed.

Sin embargo, a las 10.53 hora local de hoy (07.53 hora GMT), Al Shabab informó a través de su cuenta de Twitter de que "Kismayo permanece con firmeza en las manos de los muyaidines".

En el mismo sentido se expresó en conversación telefónica con Efe un combatiente de la milicia, que solicitó el anonimato: "Lo que la prensa infiel está diciendo son tonterías. Estamos en Kismayo y nuestras defensas están fuera de la ciudad".

"La radio de Al Shabab (la emisora Al Andalus) está en el aire, así que eso (la información sobre la toma de Kismayo publicada en la prensa) es propaganda", subrayó el miliciano.

Por su parte, la vecina de Kismayo Najmo Osman Yusuf aseguró a Efe que "hay fuertes enfrentamientos en la ciudad".

"Las tropas kenianas y las somalíes están en la playa. Oigo fuego de morteros en la ciudad. La gente está en sus casas", afirmó Yusuf.

En declaraciones publicadas por la prensa keniana, el portavoz del Ejército de Kenia Cyrus Oguna señaló que sus tropas entraron hoy a Kismayo a las 02.00 hora local (23.00 hora GMT de ayer) tras atacar la plaza por tierra y aire.

La importancia de la toma del bastión fundamentalista de Kismayo reside en su puerto, que ha generado grandes ingresos para los radicales con las exportaciones de carbón vegetal, entre otros bienes, y que también es punto de entrada de armamento para Al Shabab.

El Parlamento somalí eligió el pasado día 10 a su nuevo presidente para los próximos cuatro años, Hassan Sheikh Mohamud, con lo que se dio por concluido el proceso de transición política en el país africano, y que se inició en 2004 bajo supervisión de la ONU, aunque Somalia se encuentra aún inmersa en un conflicto armado.

En él, las tropas multinacionales de AMISOM, el Ejército somalí, las Fuerzas Armadas etíopes y milicias pro-gubernamentales aliadas, combaten a Al Shabab, que el pasado febrero anunció su unión formal a la red terrorista Al Qaeda y que trata de instaurar un Estado musulmán de corte wahabí en el país africano.

Somalia vive en un estado de guerra civil y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin un gobierno medianamente efectivo y en manos de milicias islamistas, señores de la guerra que responden a los intereses de un clan determinado y bandas de delincuentes armados.

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