Madrid, 22 ago.- Largas hileras de peregrinos católicos, rendidos por el cansancio, aguardan en los mostradores de facturación de todas las terminales del aeropuerto de Madrid-Barajas para regresar a sus países de origen después de haber participado estos días en los actos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Un portavoz de la empresa estatal Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) aseguró a Efe que no hay una programación especial de vuelos para hoy, cuando se prevén 1.290 operaciones entre salidas y llegadas, pero lo cierto es que todos se están llenando, tanto regulares como chárter.
El sábado pasado ya comenzó el regreso, que se incrementó ayer por la tarde, domingo, tras terminar la misa de clausura de la JMJ, de forma que la vuelta está siendo "escalonada" en cierto modo.
No obstante, la mayor afluencia de viajeros se prevé durante la mañana y el mediodía de hoy, según las mismas fuentes.
Desde las 7:00 horas (5:00 GMT), el aeropuerto madrileño ya registraba un ritmo "más intenso de lo habitual", con un trasiego constante de peregrinos, según reconoce la empleada de un puesto de información de la terminal 2.
Agolpados en vestíbulos y en pasillos, según comprobó Efe, la espera de los peregrinos para facturar y embarcar transcurre sin incidentes.
Muchos, incluso, han dormido en el aeropuerto, a donde se dirigieron nada más terminar los actos de ayer de Cuatro Vientos, sobre todo los que tenían el vuelo a primera hora del día, según fuentes aeroportuarias.
Aparte de experiencias personales, el paso de los peregrinos por el aeropuerto está dejando otro rastro: "Muchos restos de comida, sobre todo envasada y sin abrir, explicó a Efe la limpiadora Ester Gómez.
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