Madrid, 20 feb.- Las ciudades autosuficientes, aquellas que cuentan con sus propias fuentes de energía renovables y han reducido las principales emisiones de gases contaminantes, son una de las soluciones por las que han apostado diversos expertos en las jornadas "Salud y calidad del aire" celebradas hoy en Madrid.
Las ciudades y el transporte son los dos principales responsables de la mayor parte de las emisiones de gases contaminantes, por lo que hay que caminar hacia la supresión del coche dentro de la ciudad, la conversión de los edificios en productores de energía y hacia la introducción de las renovables, ha explicado el exdirector de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) Domingo Jiménez.
Según Jiménez, aunque la situación actual "no es buena" todavía queda margen de maniobra para llevar a cabo estos cambios estructurales en los que la lucha contra el cambio climático va a ser "determinante": los esfuerzos para reducir los gases de efecto invernadero van a mitigar indirectamente la contaminación atmosférica.
Hamburgo o Copenhague ya han asumido el reto de convertirse en autosuficientes, libres de coches y basadas en renovables, pero en España "remamos en sentido contrario con políticas antiambientales como la última reforma eléctrica del Gobierno", ha señalado el exdirector.
En cuanto al transporte, las mejoras tecnológicas de los vehículos no han ido relacionadas con la reducción de los gases contaminantes, y cada vez "los coches emiten más", ha comentado Xabier Querol, del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (centro del CSIC).
En Madrid, a pesar de las políticas para la mejora de la calidad del aire todavía se superan los valores límites en dióxido de nitrógeno y en ozono, ha detallado Ángeles Cristóbal, de la dirección general de sostenibilidad del ayuntamiento de la ciudad.
Cristóbal ha indicado que además de reducir las emisiones causantes del cambio climático, hay que también tener en cuenta estos gases contaminantes, procedentes mayoritariamente del transporte rodado (64,5 %).
Aunque en partículas contaminantes (PM10), dióxido de azufre o benceno los parámetros son inferiores a los europeos (los establecidos por la Organización Mundial de la Salud, más estrictos, se incumplen), la calidad del aire sigue siendo la segunda preocupación de los madrileños, por detrás del paro.
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