Las mochilas digitales de sólo 1,5 kilos ya son realidad en un colegio gallego

El próximo año los alumnos del colegio Junior's de Santiago de Compostela no deberán cargar con mochilas muy pesadas. Desde este mismo curso algunos alumnos de ESO podrán dejar parte de sus libros de texto en casa porque podrán empezar a utilizar la mochila digital, que se presentará la próxima semana. En ella solo habrá un dispositivo de lectura y un tablet PC cuyo peso no superará el kilo y medio. Pero hay otra ventaja. Los padres sólo deberán pagar una cuantía el primer año y el resto los pagos serán mucho menores porque no habrá que comprar material escorial de nuevo, sino recargarlo.

Con el nuevo proyecto los alumnos leerán en un e-reader Papyre, que contará con 1500 libros gratuitos que cubren su plan lector de las asignaturas principales. En este dispositivo también tendrán una enciclopedia off line y diccionarios. Este material lo suministra Grammata. La empresa está trabajando en incluir audiciones para la asignatura de música y audiolibros con las clases grabadas en mp3.

A la hora de escribir los alumnos lo harán en un tablet PC. Será el modeloIntelclassmate con la distribución de gnu/linux trisquel 4.0 evolucion, hecha para el proyecto.

Text será la editora digital que suministre los libros de texto online en inglés y castellano. Esta opción sólo la disfrutarán a partir del próximo curso. La idea es elaborar los libros de texto en formato epub durante el presente curso para tenerlos en el curso 2011-2012 en formato Papyre.

Una de las ventajas de la mochila digital, además de la reducción de peso para el alumno y el ahorro para los padres, es que cada profesor podrá tener su temario propio. En el colegio se están dando formación al profesorado.

El centro tiene la intención de que todos los planes lectores del centro de primaria a bachillerato estén incluidos dentro de estos soportes. Es la llamada 'Operación papel cero', que ya empezó en pruebas el pasado año.

Un proyecto de futuro que vive en el presente

El año pasado el colegio Junior’s de Santiago fue conocido por ser pionero en llevar un e-reader a clase. El proyecto se llamó E-Volution y fue todo un éxito. “El balance es positivo. Podemos precargar los contenidos en los dispositivos a principio de curso con lo que evitamos retrasos en la adquisición de los libros por los alumnos”, asegura Diego Rosales, coordinador del proyecto. Pero esa no es la única ventaja.

“Los alumnos también han descubierto que leen más rápido porque no hay que girar la cabeza de izquierda a derecha. Además se les ha dotado de una biblioteca de 1500 libros gratuitos que les da más oportunidades de leer a aquellos que son más voraces”, asegura. Un inconveniente quizá era la lentitud de los aparatos, pero todo eso ya es historia.

E-volución es un proyecto educativo que pretende una alfabetización digital completa de la escuela. "Por completa entendemos un cambio a doble nivel: un cambio de medios -material- que debe propiciar un cambio en la forma de tratar y asimilar la información – contenidos", continúa.

El nombre fue elegido por ser el año de comienzo del proyecto, 2009, el año de aniversario de Darwin. El primer objetivo del proyecto es enseñar a profesores y alumnos a trabajar de forma colaborativa y creativa. Además se persigue introducir los estándares abiertos en la escuela.

Con el proyecto se persigue cambiar la forma diaria de trabajar en el aula los profesores y los alumnos. De receptores a productores, eliminar el peso de las mochilas, reducir el coste del material escolar a medio plazo y aportar los valores éticos del software libre.

Como novedad el colegio se plantea la incorporación del estudio de un lenguaje informático como una lengua más en el curriculo.

En su primera experiencia el Colegio Junior’s ya tenía un proyecto tecnológico basado en software libre denominado E-volución y que tiene su exponente más conocido a nivel gallego en la distribución de Linux Trisquel. “En el desarrollo de este proyecto nos interesamos en los libros electrónicos porque llevaban un núcleo Linux. Nos pusimos en contacto con la empresa Grammata para colaborar con ellos en este aspecto, pero tras el contacto descubrimos que podían aportarnos grandes cosas al día a día de las aulas con sus dispositivos. Después se unió la editorial Santillana para completar el círculo”, concluye.