Las víctimas de una situación de explotación sexual ven su cuerpo como algo sucio

    • "En muchas ocasiones las secuelas son imborrables", explica Martina Kaplun Asensio, coordinadora del programa de trata en la Fundación Cruz Blanca.
    • Además asegura que "las personas sometidas a una situación de trata sexual a menudo no ven salida ni solución posible a este problema por la propia dependencia emocional".

ONG piden al Gobierno una ley que "incluya todos los fines de explotación", no sólo el sexual
ONG piden al Gobierno una ley que "incluya todos los fines de explotación", no sólo el sexual

La Policía ha liberado durante el último año a 28 niñas que estaban siendo sometidas a una situación explotación en España. Tenían entre 14 y 17 años y habían sido secuestradas por grupos organizados para ser esclavas sexuales.

Sentimiento de culpabilidad, efectos en la salud física y problemas de autoestima. Estas son algunas de las consecuencias a las que tendrán que hacer frente estas víctimas de explotación sexual, según los expertos.

"En muchas ocasiones las secuelas son imborrables. Las personas tienen un miedo permanente e intrínseco que adquiere, incluso, un matiz de adicción. Tienen que aprender a vivir con él como un exalcohólico con la bebida. Cuanto más jóvenes y más tiempo haya durado la explotación, peor será el impacto", nos cuenta Martina Kaplun Asensio, coordinadora de la Fundación Cruz Blanca y miembro del equipo de referentes en materia de trata de la institución.

"La mayoría de las veces no son conscientes de la situación que están viviendo. Piensan que no es una explotación o abuso, sino que forma parte de la normalidad y eso hace que les sea más difícil confesar lo que están viviendo", explica Martina.

Las personas sometidas a una situación de trata sexual a menudo no ven salida ni solución posible a este problema. "Por la propia dependencia emocional hacia los explotadores. Muchas veces estos pueden ser, incluso, familiares", nos comenta Martina.

En el caso donde existe un engaño o abuso para cobrar el pago de una deuda las consecuencias psicológicas son mayores puesto que las víctimas tienen un mayor miedo a las represalias y éste se mantiene de forma constante, aunque ya se hayan librado de la explotación.

Padecen graves problemas de autoestima porque no se sienten capaces. No ven en sí mismas los aspectos positivos de su propia personalidad que les ayudarían retomar su propia vida.

Además, esta incapacidad para tomar las riendas de su vida se acentúa en el caso de víctimas cuya explotación les acarrea problemas de salud física. "Sobre todo si les han obligado a practicar un aborto en condiciones de riesgo o si han recibido palizas que les hayan podido dañar parte de sus órganos reproductivos. Eso puede generarles esterilidad de cara al futuro. Además, el hecho de haber sido sometidas a violaciones hace que su relación con su propio cuerpo cambie. Ya no se ven a sí mismas como mujeres limpias. Ven su cuerpo como algo sucio por todo el abuso que han sufrido. Eso les genera mucha dificultad a la hora de retomar relaciones afectivas de pareja", asegura la coordinadora de Fundación Cruz Blanca.

Pese a que las secuelas de las personas que han sido sometidas a una situación de explotación sexual pueden durar toda la vida, el tiempo medio que se estima para su recuperación es de 18 meses. Si poseen recursos sociales y personales lo harán más rápido. Sin embargo, si estas se encuentran ante una situación de deterioro grave y carecen de todo tipo de redes sociales y de recursos personales se someterán a un periodo más largo.

Para ello, organizaciones como Fundación Cruz Blanca trabajan desde un enfoque de empoderamiento, haciéndoles conscientes de su propia capacidad y de sus posibilidades de recuperación. "Les hacemos protagonistas del proceso de recuperación e intentamos romper la dependencia que han creado con los explotadores y que no generen a su vez dependencia con la institución que les está ayudando", explica Martina.

A partir de ahí, se pone en marcha una asistencia psicológica, de ayudas económicas y judiciales y de orientación y de todo lo que tiene que ver con el conocimiento de la sociedad en la que se encuentran.

La explotación sexual mueve cinco millones de euros al día en nuestro país. Desde abril se ha detenido a 737 personas relacionadas con este negocio, según datos del Plan Policial contra la trata.

La detención de posibles víctimas de trata de seres humanos se produce, en la mayoría de los casos, como consecuencia de investigaciones llevadas a cabo por la policía, aunque ésta también resulta de la realización de inspecciones de trabajo o en momento en que la víctima accede al país.

La trata de personas no está restringida a una clase social o nacionalidad concreta sino que cualquier persona es vulnerable a padecerla. No obstante, las personas que viven en países que carecen de sistemas de protección amplios o en familias con una necesidad económica fuerte y sin lazos afectivos son más propensas a sufrirla.

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