Las víctimas murieron por politraumatismos, lo que agilizó la identificación

  • Todas las víctimas mortales del accidente ferroviario de Santiago de Compostela fallecieron por politraumatismos, lo que agilizó el procedimiento de identificación de los cadáveres, según ha confirmado a Efe la directora del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), Beatriz Otero.

Vigo, 29 jul.- Todas las víctimas mortales del accidente ferroviario de Santiago de Compostela fallecieron por politraumatismos, lo que agilizó el procedimiento de identificación de los cadáveres, según ha confirmado a Efe la directora del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), Beatriz Otero.

Otero detalla que todos las víctimas mortales del Alvia Madrid-Ferrol que descarriló el pasado sufrieron "una violencia muy intensa", aunque los hubo "más afectados y otros menos".

Finalmente, fueron necesarias las pruebas de ADN para tres cadáveres, cuyas huellas dactilares no eran visibles, pero el hecho de que murieran por politraumatismos y no por "fenómenos ajenos", como una explosión o un incendio, donde "se desfiguran" partes del cuerpo, facilitó la labor de forenses y policía científica.

La directora del Imelga matiza que no todos los cadáveres que costó más tiempo identificar estaban más deteriorados que el resto.

Además de este motivo influyeron otros como que los viajeros no informaran a sus familiares ni amigos de adónde iban exactamente, con lo que fueron reclamados más tarde, o problemas en el cotejo de su documentación en sus países de origen.

En cuanto a la oscilación en la cifra de víctimas mortales, cuando se pasó de 80 a 78 -aunque luego aumentó a 79 tras el fallecimiento de una mujer en el hospital-, explica que se debió a la atribución a distintas identidades de diferentes "restos de menor entidad" de una misma persona recogidos en el lugar del accidente.

Abunda en que el equipo de forenses estableció las prioridades de su actuación "siguiendo el sentido común", es decir, que antepuso los casos "más fácilmente identificables" y dejó para el final aquellos más complejos, ya que por lo demás "todas las víctimas tienen el mismo interés y valor".

Otero hace hincapié en que todos los accidentes con víctimas múltiples son "muy complejos", sobre todo porque "ponen en movimiento a muchas personas", lo que exige "mucha coordinación" tanto en la atención y evacuación de los heridos, como en el levantamiento de cadáveres, la identificación y las autopsias.

Recuerda que tras los atentados del 11M se pusieron en marcha unos protocolos de actuación para casos de emergencia, para que "todo el mundo sepa lo que tiene que hacer y cómo".

"Conocíamos el protocolo, estábamos entrenados y formados para hacer frente a una catástrofe desde el punto de vista teórico, pero de ahí a la práctica va un paso", admite Otero, quien agradece en este sentido el apoyo de la policía científica, con personal que ya intervino en el 11M y en el accidente del metro de Valencia.

La directora del Imelga reconoce que aunque la profesión de forense exige marcar una distancia emocional, en un accidente como el de Santiago, con tantas víctimas y tantas desgracias personales, resulta "imposible".

"Estamos acostumbrados a enfrentarnos al dolor de las familias, es nuestro pan de cada día, pero siempre te marca", reconoce Otero, quien reivindica la "humanidad" de los forenses, por mucho que parezca una profesión "macabra y distante".

También resalta la predisposición y la profesionalidad de sus compañeros, quienes "hicieron lo que se les mandó", tanto en las labores "más mediáticas" como en las "más oscuras", como la comprobación de a quién se le entregaba cada objeto personal.

Agradece el ofrecimiento de compañeros que al final permanecieron en su destino porque "la vida continúa" y podían ser necesarios en otros lugares, y se congratula de que el proceso de identificaciones se completara con agilidad.

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