Líder indígena canadiense deja huelga de hambre tras acuerdo entre partidos

  • La líder de las protestas indígenas que provocaron la mayor crisis entre los aborígenes y el Gobierno de Canadá en los últimos 20 años, Theresa Spence, anunció hoy que dejó la huelga de hambre, tras el acuerdo entre los partidos de la oposición para defender sus derechos.

Toronto (Canadá), 24 ene.- La líder de las protestas indígenas que provocaron la mayor crisis entre los aborígenes y el Gobierno de Canadá en los últimos 20 años, Theresa Spence, anunció hoy que dejó la huelga de hambre, tras el acuerdo entre los partidos de la oposición para defender sus derechos.

Spence abandonó la medida, que mantenía desde el pasado 11 de diciembre, después de que los dos principales partidos de la oposición, el socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD) y el Partido Liberal (PL), acordaran defender las principales reivindicaciones de los indígenas ante el Gobierno del país.

Spence, jefa de la tribu Attawapiskat, inició la huelga de hambre para protestar contra las políticas del Gobierno hacia la población indígena del país y reclamar una reunión entre los líderes aborígenes, el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, y el Gobernador General del país, David Johnston.

Johnston ejerce la función de jefe de Estado de Canadá en representación de la reina Isabel II de Inglaterra, la monarca del país.

Durante una conferencia de prensa celebrada hoy en Ottawa, el portavoz de Spence, Danny Metatawabin, dijo que la jefa tribal "esta muy débil" y que fue hospitalizada en la noche del miércoles.

"No ha comido sólidos desde hace seis semanas, no hay nada en su estómago excepto líquidos. Por órdenes de los doctores, repito, por órdenes de los doctores, tendrá que permanecer en el hospital. Esperamos que sea dada de baja hoy por la tarde o noche", añadió Metatawabin.

Aunque Spence no consiguió una reunión conjunta de Harper y Johnston, su protesta obligó a que el primer ministro canadiense se reuniera con algunos líderes indígenas y ha forzado la presencia de los problemas que afectan los aborígenes del país en las portadas de los medios de comunicación.

La población indígena canadiense, cifrada en más de 1 millón de personas, sufre las peores condiciones de vida del país, con los mayores índices de desempleo, pobreza, violencia doméstica, drogadicción, problemas sanitarios y encarcelamientos.

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