Los alérgicos al polen viven una primavera "suave"

Los alérgicos al polen no están teniendo, de momento, una primavera peor que la de otros años, pese a que sí se están registrando concentraciones más elevadas de polen de plátano de sombra que otros años y a pesar, también, de que las previsiones de los expertos apuntaban a una temporada "intensa" para estos enfermos por las abundantes lluvias de los últimos meses.

Este año está habiendo niveles "muy altos", de polen de plátano de sombra en el aire, pero no ha provocado graves problemas alérgicos porque este tipo de polen no tiene "tanta repercusión" ni afecta a tanta gente como el de las gramíneas, que suele llegar en mayo, declaró a Servimedia Santiago Quirce, coordinador del Comité de Asma de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic).

El doctor Quirce, jefe también del servicio de Alergología del Hospital La Paz de Madrid, señaló que hasta ahora, las consultas de los especialistas no están recibiendo más visitas que en otros años por estas fechas, ya que el tipo de polen que más problemas suele causar es el de las gramíneas, y no empieza a notarse en el aire hasta la primera o segunda quincena de mayo.

El polen de gramíneas, dijo, sí repercute a veces en los asmáticos con crisis que les puede llevar a urgencias, lo que no suele ser tan habitual en el caso del polen de plátano, propio de esta época, ni en el de ciprés, que florece generalmente en enero y febrero, aunque este año se ha hecho esperar un poco más.

Puesto que el otoño y el invierno han sido muy lluviosos, lo esperable es que la primavera sea de "mucho polen", siempre, claro, que las precipitaciones no sean demasiado abundantes, continuó este experto.

Lo que ocurre, matizó, es que cuando se habla de una primavera de "mucho polen" o "intensa" para los alérgicos suele pensarse, en los que lo son al polen de gramíneas, por lo que la peor época se circunscribe a mayo y junio.

Según la Seaic, las enfermedades alérgicas más frecuentes son la rinitis (la sufre alrededor del 25% de la población) y el asma (entre el cinco y el diez por ciento de los españoles), seguidas de las intolerancias a medicamentos.

Con respecto a las alergias primaverales, se dan, sobre todo, en Extremadura, en la región centro de España y en el norte de Andalucía y afectan cada vez a más personas y de edades más amplias. Así, si en 1956 las sufría sólo el 0,4% de la población, actualmente las padecen entre el 20 y el 25% de los ciudadanos, ya sean adultos jóvenes (los que más), niños o ancianos.

Este aumento se debe, principalmente, al exceso de higiene durante la infancia, que hace "más perezoso" al sistema inmunológico, y a los elevados niveles de contaminazión atmosférica (especialmente por partículas de diésel), sobre todo en las ciudades, donde ensucian el polen y lo hacen más agresivo para los alérgicos.