Los cinco hitos de Pablo VI que cambiaron la Iglesia católica

    • Pablo VI heredó de su antecesor, Juan XXIII, las tareas de concluir el Concilio Vaticano II y la apertura de la Iglesia al mundo.
    • Desde muy joven, Montini, destacó por enfrentarse a la tiranía de algunos poderes y viró a la Iglesia hacia los más necesitados.
Pablo VI
Pablo VI
Óscar Cavadas

El papa Pablo VI pasará a la historia por impulsar una serie de iniciativas que le ganaron amistades y enemistades por igual, tanto dentro como fuera de la Iglesia Católica. Fue un religioso comprometido con los problemas de los demás hombres, lo que le llevó a enfrentarse en un puñado de ocasiones contra el poder, independientemente del color con el que se vistiera.

El arzobispo Montini y posterior papa Pablo VI fue un hombre que sufrió mucho y que se sacrificó por el bien de la Iglesia. El profesor de Historia de la Iglesia de la Universidad San Dámaso, Andrés Martínez realiza un pequeño índice de las cinco principales aportaciones que hizo Pablo VI al catolicismo y que en más de una ocasión inmiscuyeron a millones de personas en todo el mundo, que como él, sufrían por alguna u otra razón.1. Continuar y concluir el Concilio Vaticano II

Como arzobispo, Montini tuvo un papel fundamental en el devenir del concilio que supuso el mayor cambio y modernización de la Iglesia católica. Por ello, cuando su promotor, el papa Juan XXIII falleció, la lógica actuó en el Vaticano y el cabeza de la archidiócesis de Milán se convirtió en el pontífice que tendría que concluir el concilio.

Las reuniones que congregaron a miles de representantes eclesiásticos procedentes de los cinco continentes acabaron en 1965 con más de dieciséis documentos concluyentes. Una vez acabado el concilio, tocaba aplicar los acuerdos a los que se había llegado en él. Los cambios en la liturgia abrieron el Evangelio a los fieles en las iglesias. Las misas comenzaron a realizarse de cara a la gente y sus se pronunciarían en lengua vernácula o en la lengua que cada congregación hablase.

Otra consecuencia del Concilio Vaticano II fue el diálogo ecuménico buscando la unidad entre todas las iglesias cristianas del mundo. Se produjo un cambio de concepto y de relaciones con el resto de cristianos, que pasaron de ser llamados herejes a considerarse hermanos.2. Apertura al mundo y a la modernidad

Pablo VI no sólo heredó de su antecesor Juan XXIII la tarea de concluir el concilio reformista. También tuvo que profundizar en la apertura al mundo y a la modernidad por parte de las instituciones religiosas de Roma. Desde el papado de Pío IX, también conocido como Pío Nono, (1846-1878) la Iglesia había vivido de espaldas a la humanidad y al progreso que ésta estaba experimentando. El Vaticano encontraba en los avances de la época una serie de peligros para su supervivencia. Tanto Juan XXIII como Pablo VI mostraron una visión y actitud aperturista que cambió la imagen de la Iglesia.3. Encíclica 'Humanae Vitae' sobre la natalidad

Es la encíclica más conocida de su papado. En medio de un contexto conocido como 'la revolución sexual' durante los años 60, en la que las mujeres podrían controlar el número de hijos que querían tener, Pablo VI fijó la postura de la Iglesia al respecto y desde entonces se ha mantenido. Según Adrián Martínez, se "puso veto a los que querían que la Iglesia apoyara el uso de anticonceptivos". En palabras de este historiador, la encíclica le causó más enfrentamientos dentro de la Iglesia que fuera.

Karol Wojtila, entonces arzobispo de Cracovia, llegó a decir que "Pablo VI fue un signo de contradicción", en referencia a este asunto y apoyando la postura oficial de la Iglesia pese a los numerosos miembros que aconsejaban lo contrario.4. Fue el gran promotor de la democracia cristiana

En 1954Giovanni Battista Enrico Antonio Maria Montini fue nombrado arzobispo de Milán, una de las archidiócesis más importantes de Italia. Durante la posguerra el comunismo crecía de forma preocupante entre los trabajadores italianos y Montini supo poner freno a las ideologías totalitarias en Milán con la promoción de la democracia cristiana y la acción católica.

Desde muy joven fue conocida su tendencia a posicionarse en asuntos políticos, mostrándose siempre cercano a los más necesitados y enfrentándose a los poderes totalitarios. Montini cultivó una gran amistad con el presidente italiano Aldo Moro, del partido Democracia Cristiana, y que fuera asesinado por las 'Brigadas rojas', un grupo comunista, en 1978.5. Pablo VI se enfrentó a Franco en sus últimos años

Durante el conocido como proceso de Burgos, la justicia española de la dictadura franquista condenó a muerte en 1970 a seis miembros de la banda terrorista ETA. La movilización que realizó la oposición al régimen y la presión internacional consiguieron que las ejecuciones se conmutaran por penas de cárcel. Uno de los personajes que no dudó en oponerse a Franco y a la pena de muerte en España fue el arzobispo Montini.

Más tarde, durante los últimos años de la dictadura franquista, la conferencia episcopal continuó con un gran protagonismo dentro de la oposición al régimen. En buena parte ese cambio de postura vino dado desde el Vaticano y concretamente, cumpliendo las órdenes de Pablo VI. Desde Roma se designaron a obispos a aquellos clérigos con una tendencia más proclive a la democracia, como Monseñor Enrique Tarancón.

Otro acontecimiento que creó una gran tensión diplomática entre España y el Vaticano fue el caso Añoveros. En 1974 el obispo de Bilbao publicó una pastoral en la que, entre otros mensajes, defendía que "el pueblo vasco, lo mismo que los demás pueblos del Estado español, tiene el derecho de conservar su propia identidad". Franco amenazó con expulsar del país a Antonio Añoveros, pero ya como Papa, Montini contraatacó asegurando que de llevarse a cabo el exilio de este clério, excomulgaría a Franco de la Iglesia católica.

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