Los "enfarinats" someten por un día al municipio alicantino de Ibi al gobierno ficticio del absurdo

  • Ibi (Alicante).- El municipio alicantino de Ibi ha vivido hoy una de las jornadas más peculiares con motivo de los tradicionales "Els Enfarinats", donde por un día los insurgentes consiguen someter a la población a su mandato a golpe de petardos, por medio de batallas de harina y huevo.

Los "enfarinats" someten por un día al municipio alicantino de Ibi al gobierno ficticio del absurdo
Los "enfarinats" someten por un día al municipio alicantino de Ibi al gobierno ficticio del absurdo

Ibi (Alicante).- El municipio alicantino de Ibi ha vivido hoy una de las jornadas más peculiares con motivo de los tradicionales "Els Enfarinats", donde por un día los insurgentes consiguen someter a la población a su mandato a golpe de petardos, por medio de batallas de harina y huevo.

La jornada amaneció tranquila en la localidad juguetera hasta que el alcalde de los enfarinats, Ramón Bernabeu, tomó la vara de mando de manos de la alcaldesa real de la localidad, Mayte Parra.

El concejal de Fiestas y Tradiciones, Santiago Botella, ha explicado que entre los combatientes de la batalla de petardos y harina no ha habido ninguna baja.

El día empezó bien pronto con la toma de posesión simbólica del nuevo gobierno local de "Els Enfarinats", con la carrera del alcalde ficticio, l'aixabegó y la recogida del enfarinats.

Es entonces cuando comenzó a reinar el nuevo orden gubernamental que se impuso en Ibi a golpe de escaramuzas y batallas de harina, huevos y cohetes.

Hacia el mediodía, el absurdo y las excentricidades de este grupo de hombres ataviados con estrafalarias vestimentas se extendieron por todo el centro urbano de Ibi, donde han campado a sus anchas, tendiendo emboscadas y enfrentándose a la oposición en una batalla épica, que se repite todos los años, y a la que están expuestos no sólo los milicianos de los "enfarinats" sino también los ciudadanos que, inocentemente, cruzan por los dominios de los "golpistas".

Los ciudadanos que se atrevieron a cruzar por la plaza de la Iglesia, cuartel general de los enfarinats, y osaron incumplir sus disparatadas órdenes, acabaron rebozados en harina y huevo.

El centro urbano de Ibi se cubrió de una gran nube blanca de harina en la que apenas se podía ver a los protagonistas de las escaramuzas, que desplegaron todos sus efectivos bélicos y tomaron la plaza de la Iglesia, último bastión en el que se decidió la batalla con los "cohetes borrachos".

Al final de la lucha, la oposición se doblegó a los invasores ante cuyo avance no tuvo más remedio que replegarse en las escalinatas de la iglesia de la Transfiguración del Señor.

Esta es una escena que, aunque se repite todos los años, no deja de sorprender a propios y extraños.

Con la rendición de la oposición, llegó el armisticio por el que se unieron los dos bandos enfrentados y unidos, al fin, por una causa común: recaudar fondos para el asilo de ancianos San Joaquín de Ibi.

La recaudación de este "impuesto revolucionario" se realiza entre los establecimientos comerciales de la localidad y entre los viandantes que se atreven a cruzar los dominios de los enfarinats.

El alcalde de los enfarinats, Ramón Bernabeu, explicó que "por este motivo la gente paga encantada el impuesto".

La jornada finalizará con el "ball del Virrey" y la "dançà", en las que participarán mujeres vestidas con lujosos trajes, hombres cubiertos con capas y otros personajes conocidos como "els tapats", cubiertos con capa y máscaras.

El baile se iniciará tras recibir el permiso del alcalde de los enfarinats, en el último acto de su mandato.

"Els Enfarinats" son un colectivo que se autorregula y en el que sólo participan hombres que guardan una relación de parentesco o amistad.

El resto de actos del día de los Santos Inocentes están organizados por la Taula de Hivern, que organiza las danzas populares, y por la Asociación de los Reyes Magos de Ibi, que se ocupa de la Cabalgata de los Reyes Magos, con la que culminan las Fiestas de Invierno en Ibi.

Mostrar comentarios