Los expertos prevén "síntomas intensos y prolongados" en los alérgicos al ciprés en marzo


El Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de la Alergología e Inmunología Clínica (Seaic) vaticina que "la subida de las temperaturas en marzo producirá síntomas intensos y prolongados en los alérgicos a cupresáceas", una planta que supone la tercera causa de alergia al polen en España, tras las gramíneas y el olivo.
Así lo indicó este miércoles en un comunicado el presidente de la citada sociedad científica, Ángel Moral, quien recordó que la alergia respiratoria no es exclusiva de los meses de primavera y verano, ya que, por ejemplo, los pólenes de las arizónicas o cupresáceas alcanzan sus máximas concentraciones en enero y febrero.
Si este año no ha sido así y se prevé que los picos más altos de alergia a la planta del ciprés se registren en marzo es porque el descenso de las temperaturas mínimas durante los dos primeros meses ha retrasado la polinización habitual de estas especies.
"Las cupresáceas han pasado de ser unos pólenes anecdóticos a representar una causa destacada de alergia a pólenes, provocando no sólo rinitis sino también episodios de asma en las personas sensibilizadas", apuntó el doctor Moral.
Así, añadió, si los estudios de polinosis llevados a cabo en la década de los 90 demostraban que sólo un cinco por ciento de los alérgicos a pólenes estaban sensibilizados a cupresáceas, los actuales evidencian que este tipo de alergia oscila entre el 25% del total de sensibles a pólenes en pequeñas ciudades y el 40% en grandes poblaciones, como Madrid, Barcelona o Sevilla, con mayor cantidad de parques, jardines y urbanizaciones.
Tanto es así, inciden los especialistas, que estas plantas suponen la tercera causa de alergia por pólenes, después de las gramíneas y el olivo.
Se consideran cifras elevadas de pólenes de cupresáceas cuando se superan los 135 granos por metro cúbico de aire, recuerda la Seaic, quien añade que por encima de estos valores, un 95% de los pacientes sensibilizados a cupresáceas tendrá molestias.
Hasta la fecha, este invierno el día pico de cupresáceas se registró en Toledo, con 1.156 granos por metro cúbico de aire, el 17 de diciembre de 2014, muy lejos de los 3.734 granos por metro cúbico de Toledo y los 2.031 de Madrid recogidos el 26 de enero de 2014, coincidiendo además con vientos de 90 kilómetros hora.
Las ciudades españolas donde se han detectado niveles más elevados de cupresáceas en los últimos años son Madrid, Toledo, Barcelona, Tarragona y Lleida, con niveles anuales superiores a 10.000 granos por metro cúbico de aire.
ALERGIA Y RESFRIADO
Por otra parte, los especialistas indican que es fácil confundir los síntomas de la alergia a las cupresáceas con infecciones respiratorias o episodios gripales. Tal y como alerta el doctor Moral, "ambas afecciones son similares en cuanto a sintomatología y por ello es muy fácil confundir un estornudo de alergia con un resfriado común propio de esta época del año".
Pero, apunta, los catarros duran entre 5 y 7 días y se asocian a congestión nasal y secreción densa. Suelen venir acompañados de fiebre, malestar general o dolor de garganta, mientras que la sintomatología de la alergia se concreta en picor de ojos y nariz, enrojecimiento ocular y secreción nasal clara. Además, dura varias semanas y los síntomas varían en intensidad, dependiendo de la exposición alergénica.

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