Los geriatras aseguran que sexo y tercera edad no son incompatibles


La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) afirmó este lunes, Día Europeo de la Salud Sexual, que el sexo no tiene por qué perderse con los años, como tradicionalmente se ha creído, y animó a las personas mayores a que se pongan en manos de un profesional para buscar las soluciones más adecuadas a los problemas que puedan surgir.
Para Carlos Verdejo, geriatra miembro de la SEGG, "la actividad sexual no tiene por qué perderse con el paso de los años". A su parecer, lo que ocurre es que las personas mayores necesitan conocer qué cambios va a experimentar su organismo y en concreto su aparato genital, para poder adaptarse a ellos.
Según la citada sociedad, el cese de la actividad sexual no va ligado a la edad cronológica de las personas, sino que es una circunstancia variable que dependerá de una serie de factores individuales, como tener pareja o no, o del estado de salud y de incapacidad de ambos, entre otros.
A esto, apuntan los geriatras, hay que añadir los cambios que sufre el organismo con el paso de los años que, en el varón, "se suelen producir lenta y progresivamente" a partir de la década de los 60, mientras que en la mujer la mayoría surgen de una manera relativamente rápida a partir de la menopausia (que se establece en torno a los 51-52 años).
A los cambios anatómicos y funcionales, hay que sumar la repercu­sión de otros problemas orgánicos crónicas y, además el consumo de algunos grupos farmacológicos, lo que puede justifi­car ciertas modificaciones en el comportamiento sexual en los mayores.
No obstante, concluye la sociedad médica, ninguno de estos cambios condiciona obligatoriamente el cese de la actividad sexual, sino que exigen más bien una adaptación de la persona mayor a sus nuevas características.

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