Los incendios queman casi un 80 por ciento menos de superficie forestal que en 2009

  • Las llamas han arrasado 20.582 hectáreas en lo que va de año, un 78,1 por ciento menos que en 2009. Los expertos creen que lo peor está por llegar porque las temperaturas al comienzo del verano fueron más bajas de lo habitual.
Markus Steen / Sarah Potts

El año 2010 va camino de convertirse en el menos letal para nuestros bosques de la última década. Según datos provisionales del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino hasta el 8 de agosto, la superficie forestal que ha ardido en toda la geografía nacional asciende a 20.582 hectáreas. Este dato es un 78,1 por ciento inferior que en 2009 y un 74,4 por ciento menor a la superficie forestal quemada de media en los últimos diez años.

En total, el número de siniestros contabilizados se ha rebajado en un 36,1 por ciento, ya que entre 2009 y 2010 hubo 3.867 menos. La cifra de conatos (incendios con una extensión menor a una hectárea) ha disminuido un 31,74 por ciento al pasar de 6.342 a 4.391 en los últimos doce meses. Asimismo, la cantidad de incendios (más de una hectárea) ha sufrido un descenso del 44 por ciento, con 2.445 frente a los 4.361 del año pasado.

Este balance provisional, que elabora el Ministerio a partir de la información que envían las Comunidades Autónomas, no recoge los incendios que han tenido lugar en Galicia desde la semana pasada y que tan sólo en la localidad de Boiro han quemado unas 500 hectáreas.

El noroeste del país ha sido una vez más la zona más afectada por el fuego, que ha acaparado casi el 60 por ciento del total. En los últimos días también se han producidos importantes fuegos en el término municipal de Barjas (León), que ha arrasado una superficie de 100 hectáreas; Lobios (Orense), con unas 150 hectáreas calcinadas; o Sober (Lugo), con 180 hectáreas afectadas. Además, en la localidad pontevedresa de Fornelos de Montes fallecieron dos brigadistas durante los trabajos de extinción.

A pesar de los buenos resultados cosechados hasta la fecha, los expertos alertan de que el final de agosto y el mes de septiembre puede ser un periodo difícil. La explicación esgrimida es que la temporada de lluvias registradas durante el invierno y la primavera, unido a unas temperaturas moderadas al comienzo de la época estival, podrían retrasar los incendios forestales y concentrarlos en la recta final del verano.

Mostrar comentarios