Los letrados de las Cortes premiados por su labor en los últimos 200 años

  • El cuerpo de Letrados de las Cortes Generales ha recibido hoy la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort en atención a los servicios prestados al constitucionalismo español desde el año 1812, una condecoración que también ha recibido el exministro de Justicia Francisco Caamaño.

Madrid, 7 feb.- El cuerpo de Letrados de las Cortes Generales ha recibido hoy la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort en atención a los servicios prestados al constitucionalismo español desde el año 1812, una condecoración que también ha recibido el exministro de Justicia Francisco Caamaño.

Tanto el letrado mayor de las Cortes Generales, Manuel Alba, como el exministro socialista han recogido la máxima distinción del estamento judicial de manos del ministro Alberto Ruiz-Gallardón, en un acto al que también han asistido los presidentes del Congreso, Jesús Posada, y del Senado, Pío García-Escudero.

Con ambas distinciones, el Gobierno ha querido reconocer a quienes han servido al Estado, pero también "el valor de unas instituciones sin las que no se puede concebir ningún progreso ni justicia", ha destacado el ministro de Justicia.

Y es que, según Gallardón, la sociedad no puede permitir una crisis de las instituciones que se añada a la actual crisis económica.

El ministro ha advertido de que siempre hay riesgos y amenazas contra las instituciones democráticas y ha subrayado la importancia de la actividad parlamentaria y, dentro de ella, de los letrados de las Cortes, cuya función de asesor legal es "hoy más que nunca" fundamental.

Gallardón ha destacado que siempre han sabido estar a la altura de las circunstancias, avanzando con la sociedad y siendo un apoyo fundamental para los parlamentarios, lo que les ha valido un gran prestigio por su labor "eminentemente jurídica" que "es lógico y justo" reconocer.

Respecto a su antecesor en el cargo, el ministro de Justicia ha querido reconocer, con independencia de las diferencias ideológico, su "talla como hombre de Estado" y ha asegurado que Francisco Caamaño dejó "un gran recuerdo en esta casa, donde todos te recuerdan con respecto y agradecimiento".

Gallardón ha asegurado que le resultaba "especialmente grato" conceder al exministro socialista la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort.

"Estos son los hombres de los que está hecho nuestro Estado democrático", ha resaltado el ministro de Justicia, que ha añadido que "es bueno reconocerlo no sólo por ellos, sino por España mismo".

Un reconocimiento que el letrado mayor de las Cortes Generales ha acogido "con gran honor y satisfacción" y que supone un acicate para renovar el compromiso del cuerpo con el servicio público en general y con el Parlamento en particular.

Manuel Alba ha dejado a un lado las "falsas modestias individuales" y se ha mostrado convencido de que es una condecoración merecida, tras 200 años de servicios en plenitud de forma y contribuyendo al avance de la sociedad.

En ese logro, ha sido fundamental saber adaptarse a los continuos requerimientos que exige la sociedad, según el letrado mayor.

Alba ha defendido la labor de los parlamentarios nacionales en unos momentos en los que "atacar, criticar o difamar a la clase política es moda" y ha señalado "cuánto de gusto y poco de fundado" hay en las descalificaciones generales.

En este sentido, ha señalado la voluntad decidida de los presidentes del Congreso y del Senado actuales, así como de sus predecesores en apostar por unas instituciones objetivas que han pivotado de manera sustancial sobre el cuerpo de Letrados de las Cortes Generales.

Por su parte, Caamaño ha agradecido al Gobierno y a su sucesor en el cargo que hayan mantenido una tradición del Ministerio de Justicia relacionada "no con la exaltación de las personas, sino con los valores que a todos nos unen".

El exministro de Justicia ha dicho que está profundamente agradecido a quienes le dieron la oportunidad de formar parte del Gobierno de España, donde, según ha señalado, siempre estuvo atento al diálogo con todos los estamentos judiciales y a los cambios que demandaba la sociedad.

En este sentido, ha subrayado la necesidad de que se adopten "soluciones valientes" contra la corrupción, porque después de 30 años de democracia "la sociedad lo está demandando con fuerza".

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