Los niños con discapacidad sufren violencia con una frecuencia casi cuatro veces mayor que los que no la tienen


Los niños con discapacidad sufren actos de violencia con una frecuencia casi cuatro veces mayor que los que no tienen discapacidad, según evidencia una revisión encargada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y publicada recientemente en la revista médica 'The Lancet'.
Concretamente, los resultados del informe, para cuya elaboración se han revisado 17 estudios y los casos de más de 18.300 pequeños de países de ingresos altos, indican que los niños con discapacidad son víctimas de alguna forma de violencia con una frecuencia 3,7 veces mayor que los que no viven con discapacidad.
Afinando un poco más, el documento pone de manifiesto que la infancia con discapacidad es víctima de la violencia física 3,6 veces más que la formada por niños sin discapacidad y que sufre el maltrato sexual con una frecuencia 2,9 veces mayor que la que padecen sus iguales sin discapacidad.
El informe indica también que los niños cuya discapacidad se acompaña de enfermedad mental o menoscabo intelectual son los más vulnerables, pues sufren violencia sexual con una frecuencia 4,6 veces mayor que sus homólogos sin discapacidad.
FACTORES DE RIESGO
Por otra parte, la revisión señala que los factores que determinan que los pequeños con discapacidad tengan un riesgo mayor de ser víctimas de la violencia son el estigma social, la discriminación y la ignorancia con respecto a la discapacidad, así como la falta de apoyo para las personas que cuidan de ellos.
La vulnerabilidad frente a la violencia aumenta cuando se recluye a los pequeños con discapacidad en un establecimiento sanitario, donde, al igual que en otros entornos similares, los niños con dificultades para comunicarse no pueden denunciar los malos tratos.
"Los resultados de esta revisión demuestran que los niños con discapacidad son desproporcionadamente vulnerables a la violencia y que sus necesidades se han desatendido por demasiado tiempo", afirma Etienne Krug, director del Departamento de Prevención de la Violencia y los Traumatismos y Discapacidad de la OMS.
"Sabemos que existen estrategias particulares para prevenir la violencia y mitigar sus consecuencias", por lo que hay que "determinar si también dan resultado en los niños con discapacidad", prosigue. Krug, quien finaliza diciendo que "es imperativo elaborar un plan de acción al respecto".
Ya el Informe mundial sobre la discapacidad, coeditado por la OMS y el Banco Mundial, describe las intervenciones eficaces para mejorar la salud y la participación social de los niños con discapacidad y propugna que los que están recluidos en establecimientos sanitarios sean dados de alta.

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