Los parches para combatir el ojo vago son sustituidos por las gafas programables

    • Las gafas electrónicas programables podrían ser la alternativa a los parches para el ojo vago.
    • Los resultados de un estudio del Instituto de Ojos Glick en la Universidad de Indiana demuestra la eficacia de las gafas de oclusión.

Tras varios estudios realizados parece ser un hecho que los parches para combatir el ojo vago, van a desaparecer. En concreto una prueba realizada en Estados Unidos, demuestra que el “parche digital” es el primer tratamiento eficaz contra este defecto en el desarrollo de la agudeza visual en medio siglo.

Los resultados del estudio que demuestra que las gafas electrónicas programables ayudan a mejorar la visión en los niños, igual o mejor que los tradicionales parches, se presentarán en la 119 Reunión Anual de la Academia Americana de Oftalmología (AAO).

La ambliopía, término con el que también se denomina al ojo vago, sigue siendo la principal causa de discapacidad visual en niños. Esta deficiencia visual consiste en la mala visión en un ojo que normalmente no se desarrolla durante la primera infancia. Las principales causas son que un ojo sea mucho más corto de vista que el otro o que un ojo se desvíe o se mueva hacia el interior.Problemas de los métodos tradicionales

El niño que tiene ojo vago necesita recibir tratamiento hasta los 8 años, mientras que sus ojos y cerebro todavía se están desarrollando, de lo contrario podría llegar a quedarse ciego de ese ojo vago, es decir, del ojo más débil. Desafortunadamente, en esas edades es complicado que los niños cumplan con los tratamientos debido a que los parches oculares o las gotas medicinales, que son los que hasta ahora se recomendaban, pueden ser molestos de algún modo para los niños, por lo que además suponen un reto importante para los oftalmólogos y los padres.

Un estudio reciente encontró que uno de cada cuatro niños siente ansiedad antes de usar gotas para los ojos y que casi el 15 por ciento se niega a echárselas. Tanto los colirios como los parches funcionan basándose en el método de oclusión, que consiste en bloquear el ojo que mejor ve, obligando al cerebro a confiar el llamado ojo vago. Durante el proceso, la visión mejora, aunque muchos niños todavía necesitan gafas para corregir su visión.

Por el contrario, el nuevo hallazgo que suponen las gafas electrónicas empleadas en este estudio combina la corrección de la visión y la oclusión. Además estas gafas pueden adaptarse a la prescripción concreta de la visión de un niño, y como son de pantalla de cristal líquido (LCD), también ser programadas para volverse opacas, realizando el mismo efecto que el tradicional parche, taponar la visión del ojo necesario durante intervalos de tiempo, pero sin los efectos negativos propios del mismo.Lo nuevo: un parche digital que se enciende y se apaga

Investigadores del Instituto de Ojos Glick en la Universidad de Indiana, Estados Unidos, probaron recientemente la eficacia de las gafas de oclusión en comparación con los parches en un estudio clínico aleatorio. Para llevar a cabo esta prueba, reclutaron a 33 sujetos con ojo vago de entre 3 y 8 años que llevaban gafas para corregir su visión. Un grupo llevaba un parche adhesivo de dos horas diarias y el otro, gafas de oclusión 'Amblyz' durante 4 horas al día.

En esta investigación, la lente sobre el ojo vago cambió de transparente a opaca cada 30 segundos. Después de tres meses, ambos grupos de niños mostraron la misma cantidad de mejora en el ojo vago, ganando dos líneas en un gráfico de lectura. La agencia norteamericana del medicamento (FDA) ha aprobado las gafas de oclusión 'Amblyz' como un dispositivo médico y estarán disponibles para los profesionales de la vista en Estados Unidos por unos 450 dólares. 

"Con estas gafas de oclusión electrónicas, el niño aprende que la lente estará transparente de nuevo en tan sólo unos segundos para que puedan ser más cooperativo con el tratamiento. Para los padres que han luchado con que el niño se eche las gotas y se ponga los parches, esto podría ser una buena alternativa", apunta el director del estudio, Daniel Neely, profesor de Oftalmología Pediátrica en la Universidad de Indiana, Estados Unidos. 

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