Los problemas respiratorios de quienes limpiaron el vertido del 'prestige' persistieron cinco años

Los pescadores que participaron en la limpieza del vertido de petróleo del 'Prestige', que tuvo lugar en noviembre de 2002, sufrieron problemas respiratorios hasta cinco años después del accidente, según evidencia un estudio que ha analizado los efectos en la salud a largo plazo de un desastre ambiental de este tipo.
El trabajo, liderado por Jan-Paul Zock, del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (Creal), concluye que la prevalencia de síntomas respiratorios como pitos, dificultad para respirar, tos o flema disminuyeron ligeramente en los pescadores gallegos entre 2004 y 2008, excepto entre aquellos que participaron en las tareas de limpieza del vertido.
Además, Zock alerta de que "existe un riesgo de síntomas respiratorios persistentes, especialmente en los casos de una participación prolongada o falta de máscaras de protección adecuadas".
Por lo tanto, la investigación hace hincapié en la importancia de que existan regulaciones internacionales para este tipo de casos y de una supervisión permanente de los trabajadores que participan en las labores de limpieza de vertidos de petróleo.
En el estudio, publicado e en la revista 'Occupational and Environmental Medicine', se entrevistó a un total de 501 pescadores que participaron en trabajos de limpieza y a 177 que no lo hicieron. En la entrevista se incluyeron las mismas preguntas que ya se habían pasado en 2004 a 6.780 pescadores.
El trabajo ha evaluado los posibles efectos adversos para la salud del vertido del 'Prestige' entre 2002 y 2008 y ahora pretende continuar investigando las características clínicas y biológicas de los efectos en la salud a largo plazo de este tipo de catástrofes.
Promovido y financiado por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), el Instituto de Salud Carlos III/Feder (FIS), el Servicio Gallego de Salud (Sergas), el Ciber de Enfermedades Respiratorias (Ciberes) y el Ciber de Epidemiología y Salud Pública (Ciberesp), el estudio ha contado también con la participación de investigadores de estos dos últimos centros.