Bangui, 22 mar.- Los rebeldes centroafricanos de la coalición Séléka informaron hoy de que se están acercando a Bangui con el objetivo de desalojar del poder al presidente de la República Centroafricana, François Bozizé.
El jefe del Estado Mayor de la Séléka, Arda Hakouma, informó hoy a Efe de que tras la reanudación de las hostilidades, el pasado día 20, sus fuerzas tratan de avanzar hasta la capital del país y derrocar a Bozizé.
"Controlamos las localidades de Bossangoa (norte) y de Damara (este), y nos estamos preparando para entrar en la capital. Vamos de camino a Bangui", indicó Hakouma.
Las plazas de Batangafo y Bouca cayeron en manos rebeldes el pasado miércoles, y todavía no hay información del balance de víctimas después de tres días desde el reinicio de los combates.
En la localidad de Damara, los rebeldes cruzaron la línea que defendía la Fuerza Multinacional de África Central.
Mientras, en la capital, la población vuelve a ser presa del pánico: las oficinas gubernamentales y las estaciones de servicio permanecen cerradas, los alumnos no acuden al colegio, y los mercados se vacían de forma gradual.
El Ejército se ha desplegado en las principales arterias de Bangui, hecho que ha empeorado el intenso tráfico en la ciudad.
Además, las tropas sudafricanas se han concentrado a doce kilómetros al norte de la capital para tratar de bloquear la marcha de los rebeldes de la Séléka.
La población asiste al despliegue del Ejército en Bangui y varios jóvenes han pedido armas al partido de Bozizé para hacer frente a la amenaza rebelde.
Damara, una de las localidades tomadas hoy por la Séléka, está situada a 75 kilómetros de Bangui, a unas dos horas en coche, y es la última plaza antes de alcanzar la capital.
Por su parte, la Unión Africana (UA) condenó hoy la ofensiva de la Séléka y pidió "el cese inmediato de las hostilidades".
En un comunicado remitido hoy a los medios, la presidenta de la comisión de la UA, Nkosazana Dlamini Zuma, se mostró "profundamente preocupada por el resurgimiento del conflicto armado en la RC, que mina el progreso alcanzado" tras los acuerdos de paz firmados el pasado 11 de enero en Gabón.
Asimismo, Dlamini Zuma reiteró la oposición de la organización continental "a cualquier intento de alcanzar el poder por medios anticonstitucionales, en particular la rebelión armada para alcanzar objetivos políticos".
En este sentido, la presidenta de la Comisión de la UA urgió "a los líderes de la Séleka a frenar inmediatamente la actual ofensiva y aceptar el proceso político en el marco de los Acuerdos de Libreville".
En enero se inició en Gabón un proceso negociador entre el Gobierno y la Séléka, que culminó con la firma de unos acuerdos de paz el día 11 de ese mes y que contemplaban una transición de un año con un gobierno de unidad nacional que parece no haber satisfecho las demandas de la rebelión.
La coalición Séléka, compuesta por cuatro grupos rebeldes, se alzó en armas en el norte del país el pasado mes de diciembre al considerar que Bozizé no había respetado unos acuerdos de paz firmados en 2007.
Estos tratados contemplaban -entre otros asuntos- la integración de combatientes rebeldes en el Ejército centroafricano, la liberación de una serie de presos políticos, y el pago a los milicianos sublevados que optaran por el desarme.
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