LOS MACACOS TIENEN LA ANATOMÍA VOCAL PARA HABLAR, PERO LES FALTA CIRCUITOS CEREBRALES

Los macacos poseen la anatomía vocal para hablar de forma “claramente inteligible” como los seres humanos, pero carecen de los circuitos cerebrales para hacerlo, según un equipo internacional de psicólogos y neurocientíficos, que echan por tierra la teoría sostenida durante cuatro décadas de que los primates no humanos no tienen esa capacidad por limitaciones en su tracto vocal.
Este hallazgo, publicado en la revista ‘Science Advances’ y que según sus autores puede aplicarse a otros primates africanos y asiáticos conocidos como monos del viejo mundo (babuinos, cercopitecos y colobos), sugiere que el habla humana proviene principalmente de la evolución y construcción únicas de nuestro cerebro y no está relacionada con las diferencias anatómicas relacionadas con la vocalización entre humanos y primates.
Asif Ghazanfar, profesor de Psicología de la Universidad de Princeton y del Instituto de Neurociencias de Princeton (Estados Unidos), señala que los científicos de muchas disciplinas han debatido durante mucho tiempo si las diferencias entre la anatomía vocal humana y la del resto de los primates permite a los humanos hablar, pero no a los monos y a los simios.
“Ahora nadie puede decir que es algo sobre la anatomía vocal lo que evita que los monos puedan hablar, tiene que ser algo en el cerebro. Aunque este hallazgo sólo se aplique a los monos macacos, desacreditaría la idea de que es la anatomía la que limita el habla en los no humanos. Ahora la pregunta interesante es: ¿qué es lo que hace especial al cerebro humano?”, explica Ghazanfar.
Thore Jon Bergman, profesor asistente de Psicología, Ecología y Biología Evolutiva en la Universidad de Michigan (Estados Unidos), señala que la investigación podría ayudar a restringir el origen del habla humana. “Parece principalmente que las diferencias neuro-cognitivas, en lugar de las anatómicas, contribuyen a la gama más amplia de sonidos que producimos en relación con otros primates”, apunta.
Los autores del estudio investigaron la gama de movimientos que podría producir la anatomía vocal primate. Los exámenes previos de la anatomía vocal de primates llevados a cabo en cadáveres durante las últimas cuatro décadas habían concluido que los monos y los simios tienen un rango muy limitado de sonidos en comparación con los seres humanos.
RAYOS X
Sin embargo, Ghazanfar y Tecumseh Fitch, profesor de Biología Cognitiva en la Universidad de Viena (Austria), utilizaron vídeos de rayos X para capturar y rastrear los movimientos de las diferentes partes de la anatomía vocal de un macaco (lengua, labios y laringe) en una serie de comportamientos orofaciales.
Estos datos fueron convertidos por Bart de Boer, del Laboratorio de Inteligencia Artificial de la Universidad Vrije de Bruselas (Bélgica), en un modelo informático que podía predecir y simular el rango vocal de un macaco basado en los atributos físicos registrados por rayos X.
Ghazanfar explica que el habla humana proviene de un sonido fuente producido por la laringe que varía según las posiciones de los labios y la lengua. Por ejemplo, ese mismo sonido básico se encuentra detrás de las palabras inglesas "bat" y "bot" y es la anatomía facial la que genera la diferencia.
Los investigadores conectaron el sonido fuente de un gruñido de macaco al modelo informático de la anatomía vocal del primate y encontraron que con su tracto vocal podía producir sonidos comprensibles de las vocales, e incluso oraciones completas, si tuviera la capacidad neurológica de hablar.
"Este nuevo resultado nos dice que todavía hay un gran misterio sobre el origen del habla humana", subraya Laurie Santos, profesora de psicología de la Universidad de Yale (Estados Unidos), quien añade que la existencia de un tracto vocal de tipo humano en una especie antigua como el macaco sugiere que especies más evolucionadas como los chimpancés (que están íntimamente relacionados con los seres humanos) probablemente también tienen uno.
Santos recalca que esto podría significar que el estudio del cerebro del chimpancé ayudaría a revelar las redes neuronales que permiten a los humanos hablar y no a sus primos evolutivos. "El artículo abre nuevas puertas sin precedentes para encontrar la clave de la singularidad de la capacidad de lenguaje de los seres humanos sin precedentes", concluye.

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