Madrid. Carmona promete dar carnés municipales a los inmigrantes indocumentados


El candidato del PSOE a la Alcaldía de Madrid, Antonio Miguel Carmona, prometió hoy que, si la consigue, repartirá carnés municipales a los inmigrantes irregulares, para que no haya personas indocumentadas, algo que ya se ha propuesto en Nueva York.
Carmona presentó oficialmente su candidatura en un acto en la sede de UGT Madrid que comenzó con un minuto de silencio por las víctimas de los atentados yihadistas de París y la interpretación en directo de un tema rockero que abogaba por hacer de Madrid “una ciudad en la que las estrellas se tomen cañas en mi azotea a la salud de la libertad”. Luego hablaron sucesivamente el diputado autonómico y exalcalde socialista de Madrid Juan Barranco, el vicesecretario de Organización del PSOE, César Luena, y el secretario general del PSM, Tomás Gómez.
Cuando por fin tomó la palabra, Carmona comenzó cuestionando que España esté saliendo de la crisis cuando el 30% más rico tiene tanto como el 70% que menos, defendiendo la regeneración y la honradez en la política y presentando al PSOE como “una orquesta” cuando abundan “los solistas”. Postuló un Madrid en femenino, para no prescindir de la mitad de la población que tiene “mucho más de la mitad de la inteligencia” y para escenificarlo hizo subir a su madre al estrado.
Dijo que no quiere solamente ganar las elecciones, sino una mayoría holgada por el “cambio tranquilo” frente a la minoría que no quiere que nada cambia y la otra minoría que quiere la revolución para acabar con las instituciones. Afirmó que el PSOE es “un partido central” que por eso representa a la mayoría y que no se queda en la protesta, sino que sabe pasar “del ‘me opongo’ al ‘propongo’”. En la línea marcada por la dirección federal del PSOE, quiso distinguirse del “miedo” y el “odio” que, a su juicio, representan el PP y Podemos.
Se preguntó cuándo el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, va a designar a “su delegado en Madrid” y le espetó que Moncloa es un distrito de Madrid y no ésta un barrio de La Moncloa. Reivindicó la función pública y prometió ser intolerante con la corrupción y revitalizar las juntas de distrito, hacer una “M-30 social”, no permitir que haya sin techo en la ciudad y bajar el IBI y mejorar el gasto social gracias a la refinanciación de la deuda aprovechando los bajos intereses.
El candidato socialista prometió también acabar con los desahucios y no dejar entrar a ningún fondo buitre más cuando hay 40.000 viviendas abandonadas. Dijo que lo más importante de la Constitución es la igualdad de derechos y en Madrid los mayores a quienes se ha recortado la protección municipal.
También lanzó agradecimientos al movimiento LGTB, los inmigrantes, los jóvenes, los autónomos, los taxistas (a quienes mostró su apoyo frente a la plataforma Uber) y las personas con discapacidad, señalando que todos tenemos alguna discapacidad. Finalmente, en otra crítica tácita a Podemos, “la izquierda que más le conviene a la derecha” para perjudicar al PSOE, que asegura que lidera todas las encuestas, Carmona concluyó que entre Madrid y el cielo, él se queda con Madrid.
BARRANCO, LUENA, GÓMEZ
Anteriormente, Barranco defendió que el proceso de designación de candidatos municipales ha sido “limpio y democrático” y que ahora tiene una “unión y cohesión” que, aseguró, es lo que más teme el PP. También sostuvo que el municipalismo es la gran seña de identidad del PSOE por su cercanía a los ciudadanos y que en las próximas elecciones comenzará el resurgir del partido como en 1979, para proyectarse después a las generales.
El exalcalde criticó los proyectos paralizados y la promesa de excelencia de los gobiernos municipales del PP que, a su juicio, utilizaron la Alcaldía como un trampolín para puestos superiores y llamó a desalojar a la derecha que lleva 25 años malgobernando Madrid. Al Gobierno central le acusó de haber aparcado la elección directa de alcaldes y al jefe de campaña del PP, Carlos Floriano, de representar “la continuidad en la mediocridad”.
Sobre IU, auguró que este sábado se podrá de manifiesto que hay dos organizaciones en su seno, y a Podemos le criticó haber cambiado de mensaje varias veces por lo que “es un riesgo para la estabilidad de esta ciudad”, pese al “estado de ánimo” y el “demérito” del PSOE que reflejan a su juicio las encuestas.
Frente a ellos, abanderó el “cambio y estabilidad” que, a su juicio, aúna Carmona, otro “joven profesor” como el otro exalcalde socialista, Enrique Tierno Galván, y defendió compartir el poder con los vecinos y movimientos sociales y recuperar la vitalidad cultural de Madrid, y pidió “mayorías claras” para gobernarla.
A continuación, el vicesecretario de Organización del PSOE, César Luena, denunció que Madrid se ha convertido en “la capital de la desigualdad” y que se ha usurpado la ciudad a los trabajadores y clases medias. Afirmó que el PSOE y UGT han puesto los muros frente al PP y marcó como reto la cohesión social, prometiendo que hará “cambios con seguridad y certidumbre”. Además, insistió en que el PSOE no firmará con el PP un pacto contra la corrupción porque los populares son “los corruptos”.
Finalmente, el secretario general del PSM, Tomás Gómez, dijo que la causa del socialismo es “la mejor causa de la Historia” , la que cambió Europa y España. Y, marcando distancias con Podemos, aseguró que nadie en el PSOE “se ha creído la moda del momento, porque las modas pasan”. Reivindicó haber estado con las manifestaciones por la sanidad y la educación públicas, que dijo que el PSOE construyó “mucho antes de que ellos llegaran aquí”, aunque agradeció la presencia de éstos en las concentraciones.
Gómez señaló al PP como el auténtico adversario de la mayoría social, de la independencia de los medios de comunicación, y el partido que abandonó a muchos sectores que le dieron su apoyo en las sucesivas elecciones. Aseguró que Podemos sólo tiene como objetivo alcanzar el poder y les achacó tomar al PSOE como enemigo porque intentan ocupar su lugar. “No pueden ser nosotros”, proclamó, diciendo que cualquier cambio que promete el PSOE es más que “el paraíso” o “la revolución” que prometen otros, porque es real.

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