Madrid. La complutense se gasta más de 200.000 euros al año en limpiar los restos del "botellón”


Los destrozos y basuras derivados del fenómeno del botellón suponen un gasto de unos 200.000 euros al año a la Universidad Complutense de Madrid (UCM), según indicó el nuevo rector de la institución educativa, José Carrillo.
En referencia al “macrobotellón” que este jueves reunió a cerca de 3.000 estudiantes en el campus de Medicina, Carrillo declaró a Servimedia que “la Complutense lo padece, pero este es un problema de todo Madrid”.
Por ello, anunció que pedirá una reunión urgente al alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, y al futuro concejal de Seguridad y Movilidad de la capital, para tratar de buscar “una solución a este problema”.
“La Complutense no tiene sus escuelas cerradas, como la Politécnica”, y, además, se encuentra integrada en la ciudad de Madrid, dijo Carrillo, quien recordó que el campus siempre se ha utilizado, “y antes de extenderse el botellón las familias ya hacían pic-nics los domingos y no siempre recogían”.
Explicó que el anterior rector, Carlos Berzosa, autorizó a la Policía Municipal a entrar y actuar en la universidad. “Les hemos pedido que intervengan, porque nuestra seguridad no tiene autoridad para requisar bebidas, detener a las lanzaderas alcohólicas” o multar a los estudiantes, destacó Carrillo.
El nuevo rector hizo hincapié en las "lanzaderas” (furgonetas cargadas de bebidas que circulan por el campus para atender las demandas de los jóvenes), sobre las que “la Complutense no tiene ninguna potestad”.
A su juicio, “no se trata tampoco de intervenir cuando hay 3.000 jóvenes reunidos, sino de buscar soluciones” y ofrecer otras formas de ocio.
“Habría que promover actividades culturales y lúdicas en los barrios e implicar a los padres”, subrayó, “para que sean conscientes de que si su hijo llega cantando a las 2 de la mañana es por algo. Entiendo que tras la Selectividad los estudiantes quieran relajarse, pero hay otras formas mucho mejores de hacerlo”.

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