Madrid rinde homenaje a Campmany, "uno de sus grandes escritores", según Gallardón

Madrid.- La ciudad de Madrid ha rendido hoy homenaje a Jaime Campmany, "uno de sus grandes escritores", según ha dicho el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, al inaugurar la glorieta y la fuente que a partir de hoy llevan su nombre en el distrito de Salamanca, junto a la avenida de América.

La denominación de esta glorieta con el nombre del escritor y periodista murciano, fallecido el 13 de junio de 2005 en Madrid, fue aprobada el pasado 28 de abril por el Pleno del Ayuntamiento de Madrid, con el rechazo del PSOE e IU, ninguno de cuyos representantes ha acudido hoy al acto.

Aquel día no estuvo en la tribuna de invitados del Pleno ningún familiar de Campmany, ante la previsión del debate que se iba a producir, pero hoy han llenado la glorieta que lleva su apellido en un acto al que han asistido tres alcaldes de Madrid, Ruiz-Gallardón, José María Álvarez del Manzano y José Luis Álvarez.

También han asistido su viuda, Conchita, sus hijas Laura y Beatriz; la tiente de alcalde y delegada de Medio Ambiente, Ana Botella, la presidenta editora de ABC, Catalina Luca de Tena; y, como ha dicho Ruiz-Gallardón, "muchos amigos de los que fue construyendo a lo largo de toda su vida".

El alcalde ha comenzado por decir que éste ha sido "uno de esos actos bellos de auténtica emoción", de los que "compensan todo" en la vida política, en la que "hay muchos sinsabores en los que es difícil ejercer con responsabilidad y serenidad un cargo público".

Un acto en el que se puede identificar el sentimiento de los que fueron amigos de Jaime Campmany, "de esa legión de lectores que tuvo" y de "todos aquellos que tienen una mirada suficientemente limpia y amplia para ser capaces de identificar el talento por encima de las ideas que uno pueda tener".

De él ha dicho el alcalde que "no dejaba indiferente a nadie" y que "estaba por encima de cualquier consideración de filias y de fobias".

"Le admirábamos tanto en su forma de escribir -ha recordado- que disfrutábamos de sus artículos incluso cuando nos criticaba, cosa que hacía con frecuencia y con justicia".

Para Ruiz-Gallardón, "esa forma lacerante que tenía de escribir se constituía en un reto para el interlocutor al que iba dirigida y para cualquier lector que era capaz de encontrar en él la herencia de esos grandes escritores que hemos tenido en España, a los que él admiraba sin distingos ideológicos".

"Él moría de pasión cada vez que citaba a Miguel Hernández o a Pablo Neruda", ha dicho al respecto el regidor madrileño, que también ha hablado de Campmany como "un hombre que fue bueno y que esa bondad nunca dejó de estar presente por muy critico y lacerante que fuera el contenido de sus artículos".

Por su parte, Laura, hija del escritor y periodista, ha afirmado que, en su corazón, esta plaza se convierte hoy en "una ventana por la que Jaime Campmany, el crítico plural, deportivo, teatral y literario, el brillante cronista parlamentario, el infalible columnista de ABC, el delicado poeta de su juventud, el osado novelista de su madurez, se asomara a mirar la vida de nuevo".

"Fue de Murcia a Madrid y de Madrid a Roma, volvió a Madrid y de Madrid al cielo", ha dicho Laura Campmany, que ha añadido que, a partir de ahora, esta plaza se convierte en "una forma extraña pero firme y eterna de seguir navegando por el tiempo".