Millares de suníes iraquíes denuncian que el gobierno les discrimina

  • Decenas de miles de suníes se manifestaron hoy en Irak para protestar contra la discriminación que dicen sufrir de parte del Gobierno del primer ministro, el chií Nuri al Maliki, y pidieron al resto de sus compatriotas que apoyen sus reivindicaciones.

Bagdad, 4 ene.- Decenas de miles de suníes se manifestaron hoy en Irak para protestar contra la discriminación que dicen sufrir de parte del Gobierno del primer ministro, el chií Nuri al Maliki, y pidieron al resto de sus compatriotas que apoyen sus reivindicaciones.

Las marchas, convocadas por clérigos y jefes tribales, tuvieron lugar en provincias de mayoría suní como Nínive (norte), Salahedín (centro) y Al Anbar (oeste), además del barrio capitalino de Azamiya, en el que predomina esta rama del islam.

Los suníes de la provincia multiétnica de Kirkuk (norte) también se unieron a las protestas de esta jornada, bautizada como "Viernes de la resistencia", convocada por grupos suníes que se quejan de que su comunidad es marginada a nivel gubernamental respecto al resto de iraquíes.

Las manifestaciones transcurrieron sin apenas incidentes, excepto en Mosul, capital de Nínive y situada a 400 kilómetros al norte de Bagdad, donde la policía disparó al aire para dispersar a los miles de participantes en la protesta en la céntrica plaza de Ehtifalat.

En esas concentraciones pudieron leerse pancartas con lemas como "Los suníes y los chiíes son hermanos, y esta patria no la vendemos" y "Los suníes y los chiíes son hermanos en el mismo país".

En un discurso, el jeque Derri al Duleimi, imán de la Gran Mezquita de Tikrit, capital de Salahedín, instó a los manifestantes a protestar deforma pacífica y a no emplear eslóganes religiosos o políticos.

"No politicéis las manifestaciones en favor de un cierto sector, que las manifestaciones sean para todos los iraquíes de norte a sur", instó Al Duleimi, quien subrayó que las aspiraciones son las mismas para todos los ciudadanos, aunque tengan opiniones y pertenezcan a ramas distintas.

Los manifestantes también corearon consignas en las que pidieron la caída del régimen y rechazaron el desempleo, la carencia de servicios básicos y la desigualdad a la hora de acceder a trabajos gubernamentales, ya que los suníes se consideran marginados en la administración del Estado.

Entre sus reivindicaciones también destacan la liberación de los detenidos sin cargos, la suspensión de sentencias de condena a muerte, la anulación de la ley antiterrorista y los arrestos arbitrarios.

Los grupos suníes consideran que la ley antiterrorista se emplea especialmente contra ellos y denuncian que hay detenidos de este credo sin cargos en las cárceles iraquíes.

"Al Maliki sabe y está de acuerdo en que hay irregularidades en las prisiones", afirmó el jeque Mahmud Abdelaziz, imán de la mezquita Al Imam al Azam, en su alocución ante los manifestantes en el barrio bagdadí de Azamiya.

Abdelaziz advirtió, además, al Ejecutivo de que debe responder a las peticiones de las manifestaciones si no quiere que se vuelvan contra el régimen.

En ese sentido, hizo un llamamiento a Al Maliki para que no ignore las protestas y puso como ejemplo al presidente egipcio Hosni Mubarak que tuvo que dimitir en febrero de 2011 tras hacer caso omiso a las manifestaciones en su país.

Las protestas, que comenzaron la semana pasada, estallaron en la provincia de Al Anbar y se extendieron a otras regiones, tras la detención el pasado día 20 de varios guardaespaldas del ministro de Finanzas, Rafea al Isaui, miembro de la coalición opositora Al Iraqiya, de tendencia laica e integrada por líderes suníes y chiíes.

Al Maliki ha reconocido la legitimidad de algunas de las demandas de los manifestantes suníes y se ha comprometido a atenderlas personalmente.

"Seguimos con mucha atención lo que ocurre en varias provincias escenario de protestas, que tienen algunas peticiones legítimas y otras que se contradicen con el sistema político del país, en el que todos dependemos de la Constitución y las leyes", dijo Al Maliki hace dos días en un comunicado dirigido al pueblo.

El jueves, las autoridades ordenaron la excarcelación de once mujeres, en un intento de calmar a los participantes en las manifestaciones en el país.

El pasado día 1, el clérigo radical chií iraquí Muqtada al Sadr expresó su apoyo a las manifestaciones de los suníes y acusó al primer ministro de pretender establecer una dictadura.

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