Movimiento rebelde chií se niega a aceptar el nuevo Estado federal en Yemen

  • El movimiento radical chií de los hutíes rechazó hoy la decisión anunciada por el presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, de dividir el país en seis regiones como punto fuerte del acuerdo para establecer el país como un Estado federal.

Saná, 10 feb.- El movimiento radical chií de los hutíes rechazó hoy la decisión anunciada por el presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, de dividir el país en seis regiones como punto fuerte del acuerdo para establecer el país como un Estado federal.

El grupo considera que la división tiene una "visión politizada y preparada, y no se basa en ningún criterio científico ni objetivo", informó en un comunicado.

Los hutíes añadieron que el jefe del consejo político del movimiento, Saleh Ben Habra, quien les representó en la Comisión que decidió el modelo de Estado, no firmó el acuerdo final sobre esta cuestión y lamentaron que la declaración de conclusiones esté "falta de equilibrio".

El movimiento aspiraba a obtener un puerto marítimo en el Mar Rojo, en el oeste del país, a través de la anexión de la provincia de Hayah a la región donde se encuentra su principal bastión, en el noroeste del país.

Por ello, consideran que la división anunciada hoy por Hadi, "da pie a continuos conflictos que amenazarán permanentemente la seguridad y la paz social".

Un comité gubernamental encabezado por el presidente del Yemen anunció hoy que el país se convertirá en una república federal integrada por seis regiones, cuatro de ellas en el norte y otras dos en el sur.

Este comité fue creado por el presidente yemení tras la conclusión del diálogo nacional a finales de enero, y ahora su decisión será remitida a la comisión constituyente para que la incluya en la nueva Carta Magna que preparará.

El número de regiones del nuevo Estado yemení suponía el punto de discrepancia principal entre el norte y el sur del país en las conversaciones del diálogo nacional, que se prolongó unos diez meses.

Los representantes del sur insistieron en que el nuevo Estado estuviera integrado sólo por dos regiones: el norte y el sur, delimitado por las fronteras que dividían ambas zonas antes de la reunificación de 1990.

Los norteños consideran que una división de ese tipo abriría las puertas a una eventual secesión del sur.

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