Mueren cuatro personas en enfrentamientos tribales en Libia

Trípoli, 4 mar.- Al menos cuatro personas murieron y otras siete resultaron heridas en unos enfrentamientos tribales que estallaron ayer en la región de Mazda, situada a unos 180 kilómetros al sur de Trípoli, informó hoy a Efe el diputado libio por esta circunscripción, Ibrahim Abu Shaala.

Según el diputado, los muertos y los heridos pertenecen a la tribu de Al Meshashia que se enfrenta con la tribu Al Qantrar, aliada de la cabila Al Zintan, con quien los miembros de Al Meshashia mantienen una larga disputa.

Abu Shaala, que aseguró desconocer el número de bajas que se han producido en las filas del clan Al Qantar, acusó a hombres armados de este último grupo de haber provocado los enfrentamientos.

Según el diputado, miembros de esa tribu lanzaron ayer dos obuses contra el hospital de la ciudad de Mazda y usaron misiles y tanques en el ataque posterior contra la ciudad, de la que han huido numerosos habitantes, según su relato.

El Ejército libio pidió a las milicias de esta región que entregaran el armamento medio y pesado y amenazó con intervenir en caso de que sus órdenes no fueran cumplidas.

El pasado junio, un centenar de personas murieron y medio millar resultó herido en unos choques ocurridos en esta zona y en la cercana Al Shaquiqa entre milicianos de Al Meshashia contra combatientes de la ciudad de Zintan, situada en los montes Nafusa a un centenar de kilómetros al noroeste de Mazda.

En aquel entonces, los combates comenzaron cuando miembros de la tribu Al Meshashia se negaron a que fuerzas del Ejército y milicias progubernamentales de la ciudad de Zintan entraran en las localidades de Mazda y Al Shaquiqa en busca de una decena de personas perseguidas por la justicia.

El desmoronamiento del régimen del dictador Muamar el Gadafi entre febrero y octubre de 2011 favoreció la proliferación de armamento en Libia que fue empleado por las milicias que lucharon contra las fuerzas gadafistas.

Sin embargo, más de año y medio después de la caída de Gadafi, el nuevo Gobierno sigue siendo incapaz de extender su autoridad a todo el país debido, en gran parte, a la debilidad de las fuerzas de seguridad y a la influencia que todavía conservan las numerosas milicias que siguen activas.