Cinco personas, una de ellas adolescente, murieron el domingo en enfrentamientos entre manifestantes y la policía en la Cachemira india tras la muerte de un jefe rebelde, informó la policía, llevando el balance a 23 muertos desde el sábado.
Cientos de personas resultaron heridas en estas manifestaciones que empezaron el sábado a pesar del toque de queda impuesto por el gobierno en el valle de Cachemira.
Estas protestas alcanzaron una dimensión inédita desde 2010.
Por tercer día consecutivo, la actividad estaba paralizada en la región, donde tiendas y empresas permanecían cerradas.
El anuncio de la muerte del jefe islámico Burhan Wani, muerto el viernes en un tiroteo contra las fuerzas de seguridad, desató la ira de sus partidarios que salieron a la calle, desafiando el toque de queda.
El grupo islámico Hizbul Mujahideen es uno de los múltiples grupos que luchan contra las autoridades indias para reclamar la independencia de Cachemira.
La región de Cachemira está dividida entre India y Pakistán desde la independencia de los dos países en 1947. Ambos reclaman su soberanía.
Cachemira es escenario de enfrentamientos entre grupos rebeldes y fuerzas gubernamentales desde 1989. Estos combates han dejado de decenas de miles de muertos.
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