Musulmanes huyen de R. Centroafricana por los continuos ataques, según MSF

  • La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) condenó hoy los continuos ataques contra las comunidades musulmanas en la República Centroafricana (RC), minoritarias en un país esencialmente cristiano, y que han obligado a huir a unas 40.000 personas hacia los vecinos Chad y Camerún.

Nairobi, 7 feb.- La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) condenó hoy los continuos ataques contra las comunidades musulmanas en la República Centroafricana (RC), minoritarias en un país esencialmente cristiano, y que han obligado a huir a unas 40.000 personas hacia los vecinos Chad y Camerún.

En las últimas semanas, la extrema violencia en la República Centroafricana ha alcanzado niveles "intolerables" y "sin precedentes", denunció la organización en un comunicado.

Toda la población civil está atrapada en una violencia polarizada al extremo y a merced de los abusos cometidos por los dos principales grupos armados, los exrebeldes de Séléka (musulmanes) y las milicias civiles "Anti-Balaka" (cristianas).

Son los grupos musulmanes quienes se encuentran más aislados y amenazados en muchos lugares por los "Anti-Balaka".

"Los civiles siguen temiendo por su vida y han sido abandonados a su suerte", lamentó Martine Flokstra, coordinadora de Emergencias de MSF.

"En el noreste y en Bangui estamos siendo testigos de represalias directas contra la minoría musulmana. Nos preocupa el destino de estas comunidades atrapadas en sus aldeas, rodeadas por grupos 'Anti-Balaka' y el hecho de que muchas familias musulmanas están siendo forzadas al exilio para sobrevivir", explicó.

En concreto, unos 30.000 refugiados han cruzado ya la frontera con Chad, mientras que 10.000 han huido a Camerún.

En Bangui, las familias musulmanas se reúnen en un campo de desplazados separado junto al aeropuerto, en la Gran Mezquita o en lugares aislados.

La población cristiana mayoritaria también está ampliamente afectada y cientos de miles de personas buscan refugio en centros religiosos o en el aeropuerto de Bangui.

En la capital del país continúan los enfrentamientos y saqueos.

Solo en enero, MSF trató a 1.650 heridos por la violencia de ambas comunidades

En el centro de salud Castor, MSF ha admitido a 91 pacientes con heridas de machete o bala durante en la última semana.

En el campamento instalado en el aeropuerto de Bangui, donde se refugian unas 100.000 personas, se ha dado atención médica a 265 pacientes en enero, un centenar de ellos la pasada semana.

Los enfrentamientos las localidades norteñas de Bouca, Bossangoa, Carnot, Berberati y Baoro ha obligado a huir a la población musulmana.

Los 2.500 habitantes de Bozoum abandonaron la localidad el miércoles, mientras que Bouar 8.000 se encuentran retenidos por grupos armados.

"La violencia indiscriminada e imparable ha alcanzado nuevas cimas en los últimos meses. Las acciones pasadas y los esfuerzos actuales son insuficientes para hacer frente a la crisis actual", alertó Flokstra.

La República Centroafricana sufre una espiral de violencia protagonizada por facciones armadas enfrentadas de distinta religión, bandidos y una población que se encuentra en su mayoría en la extrema pobreza.

La capital, Bangui, fue tomada el pasado 24 de marzo por los rebeldes de Séléka, que asumieron el poder en el país tras la huida del derrocado presidente François Bozizé, que se ha refugiado en Camerún.

La coalición Séléka, compuesta por cuatro grupos rebeldes, se alzó en armas en el norte del país en diciembre de 2012 al considerar que Bozizé no había respetado unos acuerdos de paz firmados en 2007.

Sin embargo, estos rebeldes son de mayoría musulmana, frente a una población esencialmente católica, por lo que el conflicto está adquiriendo una vertiente religiosa.

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