Nicaragua se fija como prioridad reducir la desnutrición crónica

  • El secretario general del Ministerio de Salud de Nicaragua, Enrique Javier Beteta Acevedo, afirmó hoy en Roma que "la reducción de la desnutrición crónica" es "uno de los ejes centrales" de su Gobierno, así como la lucha contra el hambre.

Roma, 20 nov.- El secretario general del Ministerio de Salud de Nicaragua, Enrique Javier Beteta Acevedo, afirmó hoy en Roma que "la reducción de la desnutrición crónica" es "uno de los ejes centrales" de su Gobierno, así como la lucha contra el hambre.

El responsable nicaragüense detalló las medidas que ha puesto en marcha hasta ahora el Ejecutivo de Daniel Ortega para combatir la malnutrición durante su intervención en la II Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN2), que organizan conjuntamente la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

"Nicaragua está realizando un proceso de transformación del modelo de sociedad, siendo un modelo cristiano, socialista y solidario", afirmó Acevedo.

El secretario general del Ministerio nicaragüense de Salud señaló que el país está implementando políticas que están "recuperando valores, restituyendo derechos, fortaleciendo las capacidades y permitiendo la superación de la pobreza y del subdesarrollo".

Además, insistió, en que su país está logrando el "fortalecimiento de la economía familiar", lo que permite "mejorar los niveles de producción, incrementar la productividad y los ingresos", además de contribuir "a la defensa de la seguridad alimentaria y a la protección contra los impactos del cambio climático".

"El Gobierno de Nicaragua está impulsando un nuevo modelo de atención integral a la pequeña producción rural y urbana, reconociendo las diferentes capacidades de las familias nicaragüenses y favoreciendo su participación en la economía nacional", subrayó.

Beteta Acevedo señaló además que su Gobierno está "mejorando las capacidades de los productores, permitiendo un mejor desempeño y una mayor diversificación de las actividades productivas".

"Se han entregado injertos frutales en el periodo de 2012-2014 aproximadamente a 173.500 familias, de las cuales las mujeres son cabeza de familia en 128.000 de ellas", relató Acevedo.

Una ayuda que ha permitido, dijo, la "reducción de la desnutrición crónica en un 4,4%" durante los dos últimos años.

Para combatir el hambre y la malnutrición, afirmó, es necesario apostar por políticas que fomenten una dieta diversificada "con alimentos sanos y nutritivos", pero también concienciar a la población de la necesidad de comer de forma saludable.

Mostrar comentarios