"Nuestra casa", un proyecto por y para que los jóvenes inmigrantes aprendan a ser adultos

  • La acción surge de dos extracomunitarios que al cumplir 18 años se dieron cuenta de todos los "peligros" a los que se tenían que enfrentar solos. Decidieron crear un hogar para que otros jóvenes que se encontraban solos en España tuvieran más fácil el paso a la vida adulta.

Massar Beng, promotor del proyecto Nuestra Casa
Massar Beng, promotor del proyecto Nuestra Casa
Laura Albor

En 2006 Massar Beng, de 13 años, se montaba en una patera en Senegal para venir a España. Tras quince días de dura travesía llegaban a Tenerife. "El viaje fue muy duro, éramos 107 y cada uno se mantenía como podía", asegura el joven que con 13 años se vio solo en nuestro país sin tener ningún conocimiento del castellano.

"Cuando llegué sólo hablaba inglés, francés y varios dialectos de Senegal pero no sabía ni una palabra de español", lamenta el joven, "antes de venir me hubiese gustado prepararme para poder relacionarme con la gente más fácil".

De Tenerife trasladaron a Massar a un casa de acogida de la Asociación Hechos en Burgos. Allí pasó toda su adolescencia, estudió cuarto de la E.S.O y después un FP de grado medio de chapa y pintura. "La vida en esa casa era como si fuéramos niños españoles, nos daban información, íbamos al colegio...", recuerda Massar.

Sin embargo, los años fueron pasando y en 2010 Massar cumplía 18 años y al igual que el resto de jóvenes inmigrantes que llegan a España sin familia, se vio obligado a salir de su hogar de acogida y comenzar una vida adulta.

"Antes de que yo saliera lo hizo un compañero mío que se dio de frente con la vida real", cuenta Massar Beng a lainformacion.com. "Un día me senté a hablar con él y me dijo: 'Tenemos que hacer algo porque yo soy el primero en salir y mira lo que me estoy encontrando'. Fue ahí cuando comenzamos a crear lo que hoy es "nuestra casa".

El proyecto consiste en que los mismos inmigrantes que pasaron por las dificultades de encontrarse "perdidos" a su salida del hogar de acogida, se convierten en "profesores de vida" y asesoran a los jóvenes en temas tan básicos como cocinar, hacer un C.V. o buscar un trabajo. De este modo, del hogar de acogida, los inmigrantes pasan a instalarse en "nuestra casa" recibiendo regularmente la visita de Massard y de Djiby Diagne, el compañero con el que el senegalés comenzó el proyecto.

"Cuando Djiby salió tuvo que ir a Cáritas, que también suele acoger a inmigrantes que están en la calle, le dieron hogar y comida pero lo demás te tienes que buscar la vida, hacerte tú mismo los papeles, buscarte trabajo, si tienes formación tratar de buscar por esa rama, si no lo que toque", asegura el joven.

"Nuestra Casa" lleva funcionando desde 2008 y por ella han pasado nueve adolescentes inmigrantes que hoy han conseguido encarrilar su vida consiguiendo su propio piso, cuenta corriente, trabajo, papeles... "Ahora estamos con dos chavales que cumplieron 18 años hace unos seis meses".

Hasta este momento, el mantenimiento de la casa ha llegado por parte de la asociación Hechos pero ahora los cuentan además con otra fuente de financiación. Maasar y Djiby decidieron presentar su proyecto al programa de Jóvenes Chagemakers, elaborado por Ashoka, que impulsa el emprendimiento social en jóvenes de entre 14 y 22 años. Gracias a ello, han conseguido un capital inicial de 800 euros con el que ampliar su actividad.

"Ahora vamos a hacer mejoras en el proyecto", asegura Massard, "nuestro objetivo es trasladar la casa también a Ponferrada, donde hay otra sede de la asociación, y si podemos a toda España para ayudar a los inmigrantes a tener una vida adulta e independiente".


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Laura Albor
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