Nueva jornada de violencia en Burundi deja cerca de 90 muertos

  • El ejército de Burundi informó que 79 "enemigos" y ocho soldados murieron en enfrentamientos entre partidarios y opositores al presidente el viernes, en la jornada más sangrienta en el país desde el golpe de Estado frustrado de mayo.

La capital Buyumbura se despertó horrorizada este sábado por el hallazgo de decenas de cadáveres de jóvenes en las calles de los barrios opuestos al tercer mandato presidencial de Pierre Nkurunziza, mientras en otra parte de la ciudad algunos partidarios del gobierno celebraban.

"El balance final de los ataques de ayer es de 79 enemigos muertos, 45 capturados y 97 armas embargadas. De nuestro lado, ocho soldados y policías murieron y 21 resultaron heridos", dijo el portavoz del ejército de Burundi, el coronel Gaspard Baratuza.

El sábado a media mañana, los cadáveres de al menos 40 jóvenes muertos por disparos, muchos de ellos a quemarropa, fueron encontrados en las calles de Buyumbura, informaron a la AFP testigos consultados por teléfono.

Muchos de los muertos tenían las manos amarradas por la espalda.

Varios testigos acusaron a soldados y policías de haber perpetrado matanzas extrajudiciales, y contaron haber visto a oficiales entrar a casas a la fuerza, arrastrar fuera a jóvenes y ejecutarlos.

El portavoz del ejército no quiso comentar detalles de los enfrentamientos ni de las muertes.

"Los combates continuaron por la noche y los cuerpos hallados en estos barrios esta mañana eran de enemigos", afirmó Baratuza.

Algunos habitantes acusan a las fuerzas de seguridad de haber detenido el viernes a todos los jóvenes con los que se encontraban y de haberlos ejecutado, horas después de un ataque de la insurgencia a tres campamentos militares de la capital burundesa.

Estos enfrentamientos constituyen la jornada más violenta desde el fallido golpe de Estado de mayo contra el presidente Pierre Nkurunziza, que se presentó a un controvertido tercer mandato en las elecciones de julio.

Además de las protestas callejeras de los ciudadanos, la confrontación dio lugar a grupos armados que se enfrentan con las fuerzas armadas.

Según cifras de la ONU difundidas antes de los enfrentamientos del viernes, al menos 240 personas han muerto en Burundi y 200.000 tuvieron que huir del país desde mayo, desatando el miedo a que el país vuelva a enfrentarse a una guerra civil, una década después del fin de la contienda que se extendió entre 1993 y 2006.

Las autoridades recogían los cadáveres en las calles de Buyumbura este sábado y comenzaron a enterrarlos en fosas comunes para impedir la propagación de enfermedades.

En Nyakabiga, un barrio rebelde del centro de Buyumbura, varios periodistas burundeses y testigos afirman haber visto 20 cadáveres de personas con impactos de bala, algunas de ellas muertas a bocajarro.

"La cabeza de algunos de estos jóvenes estalló completamente, en otros casos la bala entró por la parte superior del cráneo, (...), es un horror absoluto, quienes han cometido esto son criminales de guerra", condenó un periodista burundés que quiere mantener el anonimato.

Según una mujer de Nyakabiga, los policías "fueron a su parcela, forzaron la puerta y se llevaron por la fuerza a todos los jóvenes que vivían en ella".

En el barrio aledaño de Rohero II, cinco cadáveres de jóvenes yacían en uno de los principales cruces de carretera, según habitantes contactados por teléfono.

En Musaga, otro barrio disidente del sur de Buyumbura, "conté 14 cadáveres de jóvenes ejecutados esta noche por soldados y policías", aseguró a la AFP un funcionario bajo anonimato, que acusa a los agentes de efectuar disparos al aire para impedirles acercarse a un sitio donde habría "muchos cadáveres".

"La mayoría de los muertos son empleados domésticos o jóvenes cabezas de familia que estaban en sus casas, es una carnicería, no hay otra palabra" para describirlo, contó indignado un habitante de Nyakabiga que tampoco quiere revelar su identidad.

Todas las fuentes aseguran que la mayoría murieron a últimas horas del viernes y en la madrugada del sábado, bastante después del ataque a los campamentos militares y lejos de ellos.

Mientras los barrios disidentes lloraban a los muertos, miles de simpatizantes del régimen celebraban "la victoria de los valientes soldados y policías contra el enemigo" en Buyumbura, durante una "marcha por la paz" en todas las capitales de provincia de Burundi a iniciativa del ministerio del Interior.

En Twitter, decenas de partidarios del presidente Nkurunziza afirmaron que "estos terroristas fueron tratados como tales".

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