Madrid, 16 may.- Las principales ONG de apoyo a los inmigrantes, reunidas en Migreurop, ha exigido un "cambio radical" en las políticas europeas de inmigración para lograr una solución al "drama en las fronteras de Ceuta y Melilla".
Las organizaciones CEAR, SOS Racismo, Andalucía Acoge, ELÍN y la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía -APDHA- proponen, en un comunicado conjunto, cuatro medidas urgentes "ajustadas a la legislación nacional, europea e internacional que garanticen el respeto de los derechos humanos y el principio de no devolución".
"La instalación de concertinas, el uso de material antidisturbios y las devoluciones ilegales lejos de solucionar la situación están poniendo en peligro la vida de las personas que intentar llegar a Europa generando graves situaciones de indefensión y desprotección", denuncian.
Migreurop plantea que "esta situación puede y debe resolverse, de manera rápida, recurriendo a mecanismos ya existentes", como facilitar la regularización de los inmigrantes en el marco del actual proceso puesto en marcha en Marruecos, ampliando los criterios fijados y adaptándolos a la realidad que viven estas personas.
"Al mismo tiempo debe garantizarse que la información recogida no se usará para la aplicación del acuerdo de 1992 y del acuerdo de readmisión con la Unión Europea", indican.
Otra de las propuestas es apoyar desde la UE "una ampliación de criterios e interpretando de una forma flexible la normativa sobre reagrupación familiar de forma que se permita el acceso de estas personas al país de la Unión Europea en el que tengan familiares residiendo, sin tener que volver a sus países de procedencia".
Además, piden que se garantice "una adecuada protección a las personas refugiadas y solicitantes de asilo posibilitando la llegada a los distintos países de la Unión Europea a las personas refugiadas y necesitadas de protección internacional a través de la puesta en marcha de un programa conjunto de reasentamiento".
Las ONG proponen que se reconsidere la política de visados en relación a los países africanos que generan estos flujos, "impulsando un acceso mucho menos restrictivo que el actual".
"Una respuesta conjunta desde la UE y no exclusivamente desde los Estados miembros es necesaria", concluye Migreurop.
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