ONU: nuestro desarrollo depende del de los países en vías de desarrollo

Zaragoza, 8 jun.- La directora de la Oficina de la Década del Agua de la ONU en Zaragoza, Josefina Maeztu, ha advertido hoy de que "del desarrollo de los países en vías de desarrollo depende el nuestro" y por eso es "bueno invertir" en esas regiones.

Así lo ha apuntado Maeztu a los medios de comunicación antes de participar en la última ronda de reuniones, conferencias y debates sobre agua y salud que se celebran en Zaragoza organizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Oficina de la Década del Agua ONU-Agua en Zaragoza (UNW-DPAC).

La directora de la Oficina de la Década del Agua ha hecho referencia a la carencia de saneamiento que todavía afecta a 2.500 millones de personas en el mundo y que hay que lograr reducir si se quiere cumplir con los Objetivos del Milenio fijados por la ONU para antes de 2015.

Según Maeztu, el saneamiento "no es algo muy sofisticado ni caro" porque es agua que está "a menos de 500 metros" y se trata de poner en marcha un saneamiento básico de letrinas.

Maeztu ha aludido a un informe de la OMS en el que se recoge que ese sistema de saneamiento costaría 5.000 millones de dólares al año, algo a su juicio "muy barato", cuando los beneficios "serían ocho veces más".

Donde sí se cumplen los Objetivos del Milenio es en el suministro de agua, ya que en la década 1990-2000 había 2.000 millones de personas sin acceso al agua, el 24 por ciento de la población, y ahora "sólo el 11 por ciento", y aunque para Maeztu son "buenas noticias", ha subrayado que todavía "falta mucho por hacer" porque 750 millones de personas todavía no tienen acceso al agua potable.

Además del abastecimiento y saneamiento, en las reuniones que se han celebrado esta semana en Zaragoza también se ha incidido en las consecuencias que para la salud tiene el consumo del agua sin todos los parámetros de calidad.

Por eso, Robert Bos, coordinador de la División de Agua, Saneamiento e Higiene de la OMS, ha explicado que en el marco de las reuniones, en las que han participado los pequeños abastecedores de agua, un grupo del que dependen entre dos y tres millones de personas, y los agentes reguladores se ha tratado la necesidad de promover un concierto nuevo sobre planes de seguridad.

Son planes que se centran en todo el ciclo del agua, desde el origen del recurso hídrico hasta que sale del grifo, para estar seguros de que la calidad del agua cumple los parámetros de seguridad fijados por los organismos internacionales.