Las detenciones han sido efectuadas en un amplio operativo desarrollado en la mañana de este lunes y en el que han participado 600 policías, informa el diario israelí 'Yedioth Aharonoth' en su edición digital.
El infiltrado compró doce subametralladoras Carlo, tres fusiles Kalashnikov, dos ametralladoras M-16, cuatro pistolas, granadas de gas, munición e importantes cantidades de cocaína, hachís y marihuana, lo que le dio un cierto estatus entre los delincuentes, que incluso le pidieron mediar en disputas internas.
"Siempre he sabido que estaba del lado de la ley. Cuando me pidieron que me infiltrara ni me lo pensé. Es una misión tentadora. El fenómeno de las armas en las zonas árabes es muy preocupante para los vecinos. Es un fenómeno peligroso del que tengo conocimiento muy cercano", ha relatado el infiltrado.
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