Papa denuncia la sumisión a los mercados y pide reconciliación y paz a África

  • Benedicto XVI pisó hoy por segunda vez África, en esta ocasión Benin, donde exhortó a los africanos a no temer a la modernidad, pero les advirtió de que no caigan en la "sumisión incondicional a las fuerzas del mercado o de las finanzas" ni al nacionalismo exacerbado que, dijo, puede llegar a ser funesto.

Juan Lara

Cotonú, 18 nov.- Benedicto XVI pisó hoy por segunda vez África, en esta ocasión Benin, donde exhortó a los africanos a no temer a la modernidad, pero les advirtió de que no caigan en la "sumisión incondicional a las fuerzas del mercado o de las finanzas" ni al nacionalismo exacerbado que, dijo, puede llegar a ser funesto.

El Papa dijo también que Dios "no está ausente, ni es inútil como se trata de hacer creer" e imploró "justicia, paz y reconciliación" para los pueblos africanos y que los niños no sufren hambres y guerras.

Acogido por miles de benineses vestidos, sobre todo las mujeres, con los trajes típicos, que le cantaron y vitorearon, el papa, de 84 años, llegó hoy a Cotonú, desafiando el fuerte calor y la humedad reinante.

Contento por estar de nuevo en África, tras el viaje que realizó en 2009 a Camerún y Angola, el papa Ratzinger expresó ante el presidente de Benín, Thomas Boni Yayi, el "afecto" que nutre por África, continente al que llama "inmenso pulmón espiritual del mundo".

En el país donde nació el vudú, considerada una religión, y donde las religiones tradicionales la siguen el 29 de por ciento de los benineses, Benedicto XVI saludó a los jefes tradicionales y dijo que su contribución es importante para construir el futuro, para ir a la modernidad.

"No se ha de temer la modernidad, pero tampoco se puede construir olvidando el pasado. Debe ir acompañada de la prudencia para el bien de todos evitando los escollos que hay en Africa y en otras partes del mundo, como la sumisión incondicional a las fuerzas del mercado o de las finanzas, el nacionalismo o el tribalismo exacerbado y estéril que puede llegar a ser funesto", afirmó en el primero de los diez discursos que pronunciará en los tres días de viaje.

El papa Ratzinger también citó la politización extrema de las tensiones interreligiosas en detrimento del bien común y la erosión de los valores humanos, culturales, éticos y religiosos.

"La transición a la modernidad debe estar guiada por criterios seguros basados en las virtudes reconocidas", agregó el papa, que destacó asimismo la grandeza de la familia y el respeto de la vida.

El Obispo de Roma subrayó que todos esos valores son para el bien común, "el único -subrayó- que debe primar y el único que debe ser la mayor preocupación de todo sujeto responsable".

Benedicto XVI aseguró que la Iglesia desea dar lo mejor que tiene y quiere hacer comprender que Dios no está ausente, ni es inútil como se trata de hacer creer, sino que es amigo del hombre".

Camino de Cotonú, en el tradicional encuentro con los periodistas que le acompañan en el avión, Benedicto XVI insistió en que África necesita reconciliación, justicia y paz y dijo que a lo largo de los últimos decenios se han celebrado diferentes cumbres sobre África para su pacificación, pero que "muchas veces las palabras han sido más grandes que las intenciones".

Se preguntó por qué "la realidad no llega a las palabras", y pidió a los políticos y a los pueblos que "renuncien y vayan más allá del egoísmo" y que "se entreguen los unos a los otros".

Aunque el cristianismo está creciendo en África (de 55 millones en 1978 se han pasado a 164 millones en 2007), el papa expresó su preocupación por el auge de la iglesias evangélicas y pentecostales en América Latina y África y dijo que frente a ese desafío, la Iglesia católica tiene que ofrecer un mensaje sencillo simple, profundo y comprensible.

Benedicto XVI aseguró que es muy importante que el cristianismo no se conciba como algo europeo, occidental, sino como un mensaje universal.

El papa afirmó que las iglesias evangélicas y pentecostales están creciendo porque exponen un mensaje aparentemente comprensivo y una liturgia participativa que, en realidad, es una "combinación del sincretismo de religiones".

"Eso les garantiza un éxito pero también les implica poca estabilidad", subrayó, a la vez que afirmó que para que los cristianos no se pasen a esas iglesias el mensaje de la Iglesia católica tiene que ser "simple, profundo y comprensible", un mensaje concreto, "de un Dios que nos conoce y nos ama", señaló.

Benedicto XVI, que ha venido a Benin para entregar a los obispos el documento final (Exhortación apostólica) del II Sínodo de Obispos de África celebrado en el Vaticano en 2009, sostuvo que el continente negro tiene mucho que enseñar, "porque aquí hay frescura, hay un sí a la vida, una juventud llena de entusiasmo, unas caras alegres que ofrecen esperanza".

Su primera jornada en Cotonú incluyó una visita a la catedral, donde rezó ante las tumbas de los arzobispos Isidore de Sousa y Christophe Adimou.

Mañana se trasladará a Oudiah, donde firmará la exhortación apostólica y visitará la tumba del cardenal Benardin Gantin, uno de los padres de la patria beninesa, fallecido en el 2008.

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